• Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Noticias
  • Tiempo de lectura:3 minutos de lectura

Dos trabajadores de Aerotex, Aerografía Textil y Aeroman, afectados por el síndrome Ardystil denunciaron este jueves en el juicio que las empresas tomaron represalias en forma de despidos o no renovación de contratos contra los empleados que ejercieron actividades sindicales o pidieron medidas de protección.

En la duodécima vista por este caso, M.A.G.G., que trabajó tres años en Aerotex y uno en Aerografía Textil, señaló que los socios de estas factorías “echaron a gente a la calle por pedir sus derechos”, reivindicaciones como un litro de leche al día para paliar los efectos de productos químicos o mascarillas, aunque matizó que esto ocurrió después de que él se marchara.

En esta misma línea, J.I.A.G., empleado de Aerotex de 1988 a 1989, y de Aeroman de 1990 a 1992, dijo que en esta segunda fábrica hubo un delegado sindical al que los propietarios no renovaron el contrato a su finalización, por lo que “nadie quiso desempeñar luego el cargo”.

“En una empresa como ésta no había opción a quejarse. El que no quería hacer horas no era rentable para la empresa, eso es lo primero que te decían”, apuntó, al tiempo que agregó que Aeroman tenía a bastantes empleados sin asegurar o, como en su caso, con un contrato a media jornada cuando hacía doce horas.

Ambos testigos coincidieron con una empleada de Aeroreig, F.C.H., y otro de Boncolor, A.G.S., en que en todas las factorías se producía una especie de niebla por el uso de los productos químicos, así como en que no disponían de suficientes mascarillas o la mala calidad de las existentes.

Los otros dos afectados que declararon este jueves señalaron que en sus respectivas industrias se compraron con demora y, en algún caso, por la insistencia de los empleados unas mascarillas de plástico con filtros que “no dejaban verse las manos”, causaban “irritaciones” y eran “muy molestas, agobiaban”, por lo que no se utilizaban.

Asimismo, J.I.A.G. indicó que los socios de Aeroman, donde falleció una de las seis víctimas del síndrome, tenían “siempre” cerrada la puerta principal de la empresa por “miedo” a que la Inspección de Trabajo descubriese a los empleados sin seguro o que éstos “se escapaban” de ella a través de una puerta trasera.

Por otro lado, este mismo afectado, que, como el resto, dijo haber tenido síntomas como “sangrado por la nariz”, “tos” o “cansancio”, explicó que un amigo suyo le contó que unos técnicos de Bayer le habían hecho demostraciones sobre aerografía en Barcelona y le proporcionaron las fórmulas de los productos a fin de montar una empresa de estas características en Benilloba.

0 0 votos
Valoración

Panorama Actual

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Suscribirme
Notificar de
guest
:arrow: 
:D 
:? 
8-) 
:cry: 
:shock: 
:evil: 
:!: 
:geek: 
:idea: 
:lol: 
:x 
:mrgreen: 
:| 
:?: 
:P 
:oops: 
:roll: 
:( 
:) 
:o 
:twisted: 
:ugeek: 
;) 
 
0 Comentarios
Inline Feedbacks
Ver todos los comentarios