La siniestralidad laboral ha vuelto a dispararse en la provincia en las últimas dos semanas, donde se han contabilizado dos fallecimientos y hasta nueve heridos graves. Las víctimas más recientes se registraron ayer mismo en Villena, donde un accidente costó la vida a un operario e hirió de gravedad a otro.
Un obrero de 30 años falleció ayer y otro de 47 resultó gravemente herido como consecuencia de un accidente laboral ocurrido en la planta de residuos urbanos y compostaje que está en fase de construcción en Villena, promovida por la Generalitat.
El siniestro, según informaron fuentes del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU), se produjo alrededor de las 11.15 horas. Los obreros cayeron desde una plataforma elevadora mientras ejecutaban unas obras en la planta, ubicada en una zona conocida como Los Cabezos, explicó el responsable de Salud Laboral de UGT, Francisco Richarte.
El hombre que falleció se precipitó desde una altura de siete metros, mientras que el que resultó herido cayó desde tres metros y sufrió traumatismo craneoencefálico leve y fractura de codo. Su estado es grave funcional, según indicaron fuentes sanitarias.
Al lugar del suceso se trasladaron una unidad del SAMU, que evacuó al trabajador herido al Hospital General de Elda y efectivos de la Policía Local y de la Guardia Civil de Villena. Richarte realizó una valoración «muy pesimista» de la evolución de la siniestralidad laboral, ya que, según explicó, los accidentes se han triplicado desde que entró en vigor la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en 1996, especialmente en el sector de la construcción, agregó.
La víctima mortal de ayer es la segunda en seis días. El pasado día 22, en Pinoso, falleció otro trabajador tras ser golpeado por una piedra en las explotaciones de caliza marmórea. Los heridos graves suman nueve.
Precisamente dos de ellos, los que se produjeron el pasado martes en una obra de Guardamar, suscitaron ayer una intervención de la Guardia Civil en la Vega Baja, con especial incidencia en San Fulgencio y sus inmediaciones.
Las víctimas de Guardamar carecían de permiso de trabajo, por lo que el Instituto Armado montó ayer un dispositivo de control de trabajadores extranjeros. Al menos una docena, según ha trascendido, fueron identificados.
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