Un Juzgado de Vitoria ha convocado para el próximo jueves la vista oral para dilucidar las posibles responsabilidades penales derivadas del accidente laboral que costó la vida hace dos años a un trabajador del gremio de la construcción en Amurrio. Alberto Herrero Casado, que contaba entonces 29 años, falleció el 18 de febrero de 2002, al caer desde una altura de 15 metros cuando procedía a cambiar una placa traslúcida existente entre dos pabellones industriales paralelos, que había sido arrancada por el viento tres días antes.
La empresaria que contrató a la víctima, T.C.M., y el encargado de la obra, V.D.M., se sentarán en el banquillo. La Fiscalía les imputa un delito contra la seguridad en el trabajo y una falta de imprudencia con resultado de muerte. Cargos por los que les reclama un año de prisión y multas de 2.730 euros.
Herrero fue contratado por T.C.M. el 2 de enero de 2002 para realizar el montaje y reparación de la cubierta de una firma radicada en Amorebieta, si bien aceptó prestar servicios en obras diferentes, según las necesidades de la empresa.
Medidas preventivas
El fiscal sostiene que en el accidente concurrieron una serie de causas y deficiencias que «no hubieran tenido lugar si los acusados, teniendo en cuenta los cargos que ocupaban en la empresa, hubieran adoptado las oportunas medidas preventivas». Así, afirma que no se evaluaron los riesgos específicos de los trabajos que se iban a realizar, ni se utilizaron equipos de protección colectivos, como andamiajes, redes o barandilla. Tampoco se emplearon, agrega el acusador público, equipos adecuados de protección individual, ya que el arnés que portaba la víctima «no tenía ningún punto de sujeción o amarre».
El informe señala, además, que la placa se rompió al pisar sobre ella el peón, sin que se hubieran colocado vías de reparto de peso.
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