El Juzgado de lo Penal número uno de Badajoz ha absuelto a Mauricio Álvarez Bohórquez Silva, representante legal de la empresa Dehesa del Barco, de un delito contra los derechos de los trabajadores.
La sentencia, que tiene fecha del 29 de septiembre y puede ser recurrida, estima que no hay responsabilidad penal en el accidente que sufrió Gregorio Fernández Carrón cuando trabajaba como podador de encinas en la citada empresa, junto con otros empleados. El suceso tuvo lugar a las dos de la tarde del 21 de noviembre del año 2000 en una finca de la localidad de Alburquerque. En esa fecha, Gregorio Fenández, que tenía entonces 43 años, apoyó un pie en una rama que se rompió y cayó de una encina que estaba podando desde una altura de 2,2 metros. Como consecuencia de la caída sufrió lesiones que le han producido una paraplejia, entre otros padecimientos de carácter grave. Estas lesiones le obligan a utilizar una silla de ruedas.
El texto de la sentencia analiza de manera detenida si la empresa estaba o no obligada a proporcionar a los trabajadores un cinturón de seguridad que evitase posibles caídas del árbol. Según los testimonios que prestaron otros trabajadores, esa medida no es habitual, e incluso <
Otro trabajador añadió que sería muy difícil usarlo porque les dificultaría el movimiento. El informe del Inspector de Trabajo concuerda con estas afirmaciones, según la sentencia. El trabajador lesionado, en cambio, sí declaró que hacía tiempo que lo utilizaba.
Indemnización
En sus conclusiones definitivas, el fiscal pidió que, como responsabilidad civil, se indemnice al trabajador accidentado con 11.624 euros por los días que tardó en sanar; con 639.000 por las secuelas físicas que le han quedado: y con 100.000 euros a la familia por los daños morales sufridos.
Según el fallo, estas cantidades serán satisfechas por las compañías de seguro que tenía concertadas la empresa Dehesa del Barco. S.L.
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