El 70% de las empresas que han sufrido un incendio de gran magnitud desaparecen en un plazo de 3 años. Muchos de los accidentes que se producen por estas causas podrían evitarse con una formación adecuada. Por ejemplo, saber que puede bastar un vaso de agua para apagar un fuego durante el primer minuto, pero que sería necesario emplear una tonelada de agua para apagarlo después del tercer minuto. Tampoco se suele saber que la duración de un extintor común de 6 kg es de, aproximadamente, 10 segundos.
Durante el año 2010, 1.616 personas sufrieron en España alguna lesión por incendios o explosiones ya fuera en su lugar de trabajo o en su residencia, y 162 de estos accidentes fueron mortales, según datos del sector.
La organización interna de una empresa para atender una emergencia de fuego no sustituye a los Servicios Públicos de Emergencia (Bomberos, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Equipos Sanitarios, …) sino que realiza aquellas acciones más inmediatas hasta que lleguen éstos con el fin de ganarle tiempo al incendio.
Con unos conocimientos mínimos que se reciben en un curso de una jornada se pueden evitar numerosos costes materiales y personales.
Sociedad de Prevención de Fremap, en colaboración con la Escuela de Formación de Emergencias (Eforem), imparte cursos específicos de contenido tanto teórico como práctico, para abordar situaciones de riesgos con el fuego. El año pasado fueron 149 jornadas prácticas de extinción de incendios a un total de 2.086 trabajadores designados como encargados de las emergencias de oficinas de distintos tamaños y áreas: personal de oficinas bancarias, de seguros, centros comerciales, cadenas de restauración, concesionarios de vehículos, etc.
En estas jornadas se especifican las principales normas que han de tener en cuenta las compañías en materia de incendios: todas deberían tener al menos a una persona que sepa cómo actuar en caso de incendio, cómo manejar un extintor, cómo atajar un escape de gas y también se enseña cómo atajar un problema doméstico, como por ejemplo, apagar una sartén en llamas.
Además, se dan conocimientos sobre temperatura, cómo reacciona el fuego en función de los grados de la estancia, cómo se reparte, etc. Por ejemplo, una habitación a 18ºC en la que se inicia un fuego por la llama de una vela que se cae sobre un sofá, pasados 3 minutos genera que la temperatura de la habitación ascienda a 40ºC y que los humos y gases de combustión ocupen la parte superior en una tercera parte y a los 5 minutos, las llamas sobresalen por la puerta de acceso y la temperatura es de 800ºC.
De esta forma, se intentan minimizar las consecuencias producidas por un incendio, que van desde daños humanos (inhalación de humos y gases tóxicos, altas temperaturas…), a medioambientales (contaminación del aire, suelo y agua) y materiales (económico).
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
