La unión hace la fuerza y nada es demasiado difícil, cuando los hombres se deciden a transitar juntos por la senda más ancha.
En Salud Ocupacional, se hace imprescindible la unión de esfuerzos para el logro de buenos resultados. La acción individualista o que margina, no rinde y muchas veces esta dedicada al fracaso.
En el trabajo, como fuente de actividad productiva y creadora, debe prevalecer él mas profundo sentido humanístico y social, demostrado en cada momento y en todo lugar. El hombre no merece perder salud o vida por el hecho de trabajar, al contrario, debe ser resguardado y protegido de todo tipo de riesgo, para mantener su integridad psicofisica, que es, sin lugar a dudas, su más valioso capital, puesto al servicio de la organización laboral.
No sigamos permitiendo que se “negocie” la salud y la vida del hombre en el trabajo. Pongámosle, en nuestra estima, él mas alto precio. Con un rotundo “NO NEGOCIABLE” que evite transigir en todos los casos. Comencemos una nueva etapa, libre de ataduras y prejuicios, en la cual la honestidad de procedimientos sea el principal medio de integración.
Avancemos participando del objetivo común y empeñados en su alcance. Lejos de mezquindades e intereses particulares, que pueden llegar en su exceso a nublar nuestro sano entendimiento y sobre todo, no olvidando, que cuando lo que esta en juego son vidas y bienes, la participación implica asumir con clara identidad, toda la responsabilidad que corresponda.
Seguridad, Participación, Responsabilidad, Trabajo en Equipo. Una efectiva formula para intentar, de corazón, contribuir a la disminución de los accidentes de trabajo.
Recurso Humano
Ninguna persona es un recurso, las personas no somos recursos, sino algo muy distinto a ello. Él termino “Recursos Humanos” tiende a producir algo de incomodidad (franco malestar) Hay que comprender (según articulo publicado por la Universidad Católica de Valparaíso) que el recurso humano, son LAS CAPACIDADES DE LAS PERSONAS, es decir, son los talentos de las personas, sus conocimientos, sus experiencias, sus habilidades, pero NO las personas. Esto nos lleva a concluir que, en vez de pretender administrar a las personas, lo que se administra como recursos son las capacidades de las personas. Las personas no se administran, SE LIDERAN.
Ahora bien, es cierto que son las personas las que entregan su aporte a la organización, el valor de este aporte dependerá de cómo, respetando a las personas como tales habrá desarrollo y mejor aprovechamiento de sus capacidades. Desde luego, esto no es una sutileza ni una cuestión meramente semántica, porque tengamos respecto del ser humano, influye significativamente en nuestros estilos. Por eso es que es lamentable el que todavía nos queden algunos resabios de la tayloriana o del hombre “X” de la teoría de Mc Gregor, que reducen a las personas a lo que aun muchas empresas denominan “mano de obra” Peter Drucker desde hace años viene insistiendo en que el cambio fundamental al cual nos enfrentamos es al conocimiento. El conocimiento dice, se ha transformado en el recurso esencial y Deming nos dice : “No existe sustituto alguno para el conocimiento.”
Nancy Austin, coautora del libro “Pasión por la Excelencia” nos entrega este mensaje: HAY QUE LOGRAR QUE LOS EMPLEADOS SEAN PARTE DEL PROCESO, HAY QUE DEJAR QUE PIENSEN.
Hoy, entonces, mas que mano de obra, se requiere de ideas, mas que trabajo, se requiere de un trabajo inteligente, y más que participación, se requiere compromiso.
Todo cambia a partir de la aceptación de la idea de que las personas son capaces de pensar, de autocontrolarse y de descubrir soluciones creativas e innovadoras a los problemas propios del trabajo. Y para ello, basta que aprendamos a administrar las capacidades humanas, los conocimientos, las experiencias, los talentos, la iniciativa y la creatividad, cuidando por sobre todo el respeto hacia las personas.
Un importante paradigma, el recurso humano no son las personas, son las capacidades de las personas.
Dinámica de grupo
En esta época, en la cual el conocimiento sé amplia y se prolonga a tal punto que podríamos definir al hombre como un ser que esta aprendiendo siempre. Por tal razón los sistemas y los métodos se vuelven más amplios, más complejos y debe recurrirse a una división del trabajo, a una especialización. Esto trae como consecuencia las individualidades en lo que respecta al estudio de situaciones y problemas. el hombre debe trabajar en grupo. Entendemos necesaria la educación en esta disciplina, para que, profesionalmente, el hombre sea capaz de actuar como la organización lo requiere, la colaboración mutua es base para el progreso.
Algunos conceptos sobre dinámica de grupos
Dinámica de grupos es la disciplina dentro del campo de la Sicología Social que se ocupa del estudio y de la conducta de los grupos como UN TODO y de las variaciones de la conducta individual de sus miembros como tales, de las relaciones entre los grupos, de la formulación de leyes o principios o de la derivación de técnicas que aumentan la eficacia de los grupos.
Es interesante precisar lo que entendemos por grupo. Podemos decir que grupo es una cantidad de personas que se comunican a menudo entre sí, durante cierto tiempo con el fin de estudiar un problema y que son suficientemente pocas como para que cada una de ellas pueda comunicarse con todas las demás de manera dinámica y directa “cara a cara”.
Este concepto de grupo supone la existencia de una buena interacción sicosocial entre sus integrantes lo cual representa el núcleo esencial del grupo. Entendemos por interacción la acción reciproca en que cada individuo en su relación con los demás, miembro a miembro, reacciona ante la presencia total de cada uno y ante su conducta. Esta interacción es, por lo tanto, reciproca y él numero de reacciones es cada vez mejor.
Él numero de integrantes del grupo es importante a tal punto que cuando el grupo crece, la interacción se torna extremadamente compleja y entonces dicho grupo se desintegra. En estos casos las reacciones que se suscitan en el grupo se transforman en fenómenos de masa, presentando una atmósfera anónima e impersonal y el encuentro de diferentes tipos de personalidad obstaculiza el perfecto desarrollo del trabajo.
Según Knwles, la dinámica de grupo considera como características de un grupo:
Una asociación definida (identificación entre las personas)
Conciencia de grupo (percepción colectiva de unidad)
Participación con los mismos propósitos (objetivos comunes)
Dependencia reciproca para la satisfacción de necesidades (ayuda mutua)
Acción reciproca (gran comunicabilidad)
Existencia de una estructura interna (distribución de los papeles sociales “roles” que se reconocen)
Habilidad para actuar en forma unitaria. (el grupo puede comportarse como organismo unitario)
En general podemos decir que existe un verdadero sentido de grupo, cuando hay un fuerte lazo de unión, cuando existe un sentimiento del nosotros, que se manifiesta cuando se usa la primera palabra del plural:
SENTIMOS
CREEMOS
QUEREMOS
Según Gibb los miembros de un grupo no nacen, se hacen, se aprende a actuar en grupo, actuando en grupo. Cuando hayamos adquirido las habilidades para convertir el grupo en operante, y para seguir creciendo en él, entonces estaremos en presencia de un grupo maduro, y de miembros maduros del grupo.
En otro orden, no debemos confundir participación con actividad, la participación es algo mas profundo, la participación es la que da sentido a la actividad. La participación envuelve las camadas mas profundas de la personalidad y no solamente la periferia del contacto social. Podríamos decir que la participación es el imperio personal y sociológico de los individuos de los grupos. Cuanto mayor sea esta participación de los mismos, tanto más favorable será su actitud, su interés para con el grupo, lográndose como consecuencia un grupo entrenado que tiende a la madurez y a la independencia, y en este punto retornamos a Knowles: es prioritario dentro de la estructura interna del grupo, la correcta distribución de los roles que a cada miembro corresponde, de acuerdo a su formación profesional y con ello fomentaremos la participación (que genera actividad) con los mismos propósitos (objetivos comunes).
Algunos factores negativos que influyen en su operatividad
Falta de ética profesional
Falta de identificación entre las personas
Falta de conciencia de grupo
Falta de objetivos comunes
Falta de ayuda Mutua
Falta de comunicaciones internas
Falta de estructura interna
Roles de cada integrante no reconocidos o superpuestos
Falta de habilidad para actuar en forma unitaria
Falta de crecimiento del grupo (inmaduro)
Falta de estímulos: económicos, profesionales, etc.
Formación de camarillas
Presiones internas y externas
Olvidar que el hombre no es una maquina que tiene reacciones imprevisibles
Clima de rumores, desconfianza, recelos
Exceso de presión que conduce a frustraciones
Para trabajar en grupo hay que:
Proponer ideas
Aceptar ideas de otros
Complementar las ideas de otros
Dar y aceptar ayuda
Dialogar
Pensar en equipo
Tener autocrítica
Intervenir – participar
Ceder
Escuchar
Hacerse escuchar
Ruso
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