No hay profesional de atención primaria que se precie que no indage sistemáticamente sobre el estilo de vida de sus pacientes, especialmente en relación con los factores de riesgo cardiovascular (dieta, tabaquismo, ejercicio físico, etc.). Sin duda alguna, esto contribuye a la detección y control de situaciones de riesgo potencialmente graves.

Otros aspectos relacionados también con la actividad diaria de las personas son menos conocidos para el médico pero su importancia como fuente de exposición a diversos riesgos justifica la necesidad de tenerlos también en cuenta. Éste es el caso del trabajo. En general la jornada laboral representa aproximadamente la mitad del tiempo que pasamos despiertos. Mucho tiempo, cuando se trata de actividades con efectos potencialmente negativos para la salud y la vida de los que las desarrollan.

Éste es un ejemplo de nuestra propia experiencia sobre la importancia de considerar el trabajo a la hora de plantear el diagnóstico, a partir de un caso de intoxicación grave originada en el medio laboral y detectada en atención primaria.

Una mujer de 45 años, acude a la consulta de atención primaria por un cuadro de vértigos, insomnios, náuseas y vómitos, acompañados de una pérdida de peso de unos 20 kg en los últimos 6 meses. Había tenido hacía tres años un episodio de dolor en el pecho con fatiga y malestar general, que fue diagnosticado como angina de esfuerzo. Dos años más tarde, se produjo un nuevo episodio de características similares. Ni en el momento de la crisis, ni en la actualidad, la paciente presentaba factor alguno de riesgo cardiovascular.

En la historia clínica se constatan los resultados de los exámenes de salud que periódicamente realiza a la paciente la empresa donde trabaja y se observa que en algunos casos habían mostrado un ligero aumento de ácido hipúrico en orina. El ácido hipúrico es indicativo de la presencia de tolueno en el organismo, un disolvente cuya exposición crónica puede provocar efectos cardiotóxicos. La intoxicación aguda provoca efectos sobre el sistema nervioso.

Interrogada la paciente acerca de su trabajo, informó que trabajaba desde hacía 7 años en una fábrica de tintas para artes gráficas, actividad en la que es frecuente la utilización de tolueno.

Una vez sospechada la intoxicación, se realizó una nueva determinación de los valores de ácido hipúrico urinario al final de la jornada laboral, tal y como es preceptivo, los cuales esta vez resultaron muy superiores a los detectados por el exámen de salud de la empresa, indicando la presencia de tolueno en el organismo en cantidades que superaban en mas de dos veces el valor máximo recomendado para este tóxico (2.5 g/g creatinina).

El diagnóstico de intoxicación por tolueno orientó una nueva evaluación del caso desde el punto de vista cardiológico así como una valoración neurológica, informando a la empresa de la situación con el fin de que se tomaran medidas que evitasen el agravamiento de este caso y la aparición de casos nuevos. Al margen de otras consideraciones, se puede afirmar que las repercusiones de este diagnostico sobre la vida de la paciente han resultado de máxima importancia.

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ISTAS- Maria Zaplana – Unitat de Salut Laboral – Sabadell

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Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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