Cuando el trabajo quema

Antonio Madridejos – Barcelona
El ‘burnout’ o desgaste profesional no está incluido como enfermedad laboral pese a la infinidad de bajas que provoca Sanitarios y profesores figuran entre los más afectados.

No debe confundirse con la depresión, aunque a veces la provoca, ni tampoco con el estrés, aunque puede ser su causa. Se trata del síndrome del trabajador quemado o burnout , del desgaste profesional, una patología emergente que afecta sobre todo a las profesiones que exigen entrega personal, algo de idealismo y trato con el otro. Si el empleo no compensa, surge la frustración, la desmotivación y, luego, la baja laboral. “Un problema tan importante para el trabajador como para la empresa”, resume Pedro R. Mondelo, profesor de ergonomía en la UPC y coordinador de un congreso celebrado en Barcelona.

Les gusta el trabajo y tienen vocación, pero…
El origen fundamental del burnout es la mala organización del trabajo. Un mal horario, una actividad equivocada y unos jefes que no reconocen los méritos se cuentan entre los factores de riesgo. Los afectados no trabajan en una monótona cadena de montaje; los afectados suelen tener vocación y aman su trabajo, pero no les gusta cómo se desarrolla, explica el psicólogo Ramon Ferrer, profesor de la UB. Oficios más comunes? Sanitarios, profesores, asistentes sociales, empleados de prisiones y cargos judiciales.

También en forma de lumbago y resfriados
Los síntomas típicos son de ámbito mental, como ansiedad, fatiga crónica, trastornos del sueño e irritabilidad, pero a veces se enmascaran bajo problemas físicos, como pérdida de peso, lumbago y predisposición a los resfriados. “El problema existe y es grave, aunque a veces es difícil distinguir si la causa es el trabajo o la familia”, pone como ejemplo Alejandro Romero, de la mutua Cyclops. “Como no se le trata bien, vuelve a la baja, cada vez más larga”, añade Ferrer.

Pocas bajas, pero de gran impacto laboral
Lejos del trabajo, una persona adulta se pone enferma o debe guardar reposo en dos de cada 100 días, el 2%, explica Manel Fernández, responsable de Salud Laboral en Correos-Barcelona. Si un trabajador está de baja 5 de cada 100, eso significa que el 3% de las ausencias son debidas a patologías laborales. Y si el porcentaje se dispara, entonces el problema ya no es del trabajador, sino de la empresa. Además, no será necesario investigar mucho para descubrir enseguida que muchas de las bajas están ligadas a problemas mentales.

Fernández calcula que el 20% de las bajas en Correos-Barcelona (6.000 trabajadores) son de carácter psicológico, un tercio de las cuales pueden encuadrarse como burnout. En cuanto a número de casos, están muy lejos de gripes y alteraciones musculares, pues apenas suponen el 4%, pero el porcentaje se multiplica por cinco si nos atenemos a la duración media de las bajas de tipo mental: 103 días. Entre maestros, el porcentaje aún es mayor: el 30%.

Como si fuera un accidente de trabajo
La lista de enfermedades laborales en España apenas incluye los problemas mentales y, salvo la inclusión del síndrome tóxico de Ardystil, se mantiene inamovible desde hace 23 años. Por esta razón, las bajas porburnout sólo son cubiertas por la mutua si los enfermos logran que se diagnostique como accidente laboral. “Debemos presionar para que se reconozca esta patología como enfermedad profesional”, dice Mariano Unzeta, subdirector general de Seguridad en el Trabajo de la Generalitat. La UE elabora una lista común sobre enfermedades laborales.

El Periódico

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.