En los partes de notificación de accidentes se debería obtener información de tres fuentes: accidentados, supervisores y testigos. Los implicados deberían cumplimentar los partes de forma independiente y con total libertad. Indicando las causas a las que realmente atribuyen el accidente.

Conclusiones

De lo expuesto se pueden derivar un conjunto de recomendaciones prácticas para mejorar la seguridad en el trabajo de una forma práctica.

En primer lugar, en los partes de notificación de accidentes se debería obtener información de tres fuentes: accidentados, supervisores y testigos. Los implicados deberían cumplimentar los partes de forma independiente y con total libertad. Indicando las causas a las que realmente atribuyen el accidente. Para lograr esto, sería importante que las investigaciones sobre accidentes se desarrollasen en un contexto en el que el objetivo no fuera la búsqueda de culpables, así se conseguiría analizar el verdadero motivo del accidente.

Por otro lado, los partes no deben quedar reducidos a un mero trámite administrativo. Deben “acercarse” al lugar del accidente y ser gestionados por aquellas personas que tiene un contacto directo y continuo con el también y lugar de trabajo donde se producen los accidentes. Su utilidad no ha de limitarse a “tramitar” una baja laboral, sino que pueden convertirse en una fuente de información útil que permita a la organización estudiar los problemas de seguridad, los factores que influyen, sociales, psicosociales, técnicos… y desarrollar acciones preventivas.

La formación en seguridad es clave tanto para enseñar a llevar a cabo el trabajo de forma segura como para eliminar creencias incorrectas respecto a las causas de los accidentes. El desarrollo de actitudes positivas hacia las conductas seguras se verá potenciada si se introduce – a todos los niveles: trabajadores, supervisores y directivos, una formación adecuada respecto a las causas de los accidentes y las formas de prevenirlos, y casi tan importante es la formación de un trabajador como la de un mando intermedio, el cual tiene que estar especialmente sensibilizado.

Por último destacar la importancia de que los técnicos de seguridad sean conscientes de la multicausalidad de los accidentes y cómo factores como los psicosociales pueden afectar tan directamente a la siniestralidad en la empresa.

Tras analizar los objetivos del presente trabajo debo señalar que cuanto más positivo es el clima de seguridad en la empresa, más favorable será la respuesta de los superiores, de los compañeros y la conducta de seguridad, y menor será el riesgo real.

El riesgo basal, por su parte, no se relaciona con ningún otro factor que no sea el riesgo real, así diremos que tiene una contribución directa al riesgo real poniendo de manifiesto que, aun considerando las manipulaciones y acciones sobre el ambiente para configurar generalmente, se supone que reducir un determinado nivel de riesgo real, el riesgo basal inherente a la actividad marca sustancialmente el nivel de riesgo real esperable.

En condiciones de bajo riesgo basal es fácil presentar un buen clima hacia la seguridad u omitir prácticamente toda referencia a la misma en la vida organizacional.

Como resultado obtenemos esas relaciones negativas. Paradójicamente, bajo condiciones de mayor riesgo basal, cuando más necesaria es una respuesta de los superiores segura y una conducta segura, es cuando el contexto de trabajo pone las condiciones para que aparezcan las conductas inseguras, de modo que las acciones hacia la seguridad que han de aportar los componentes sociales como el clima, la respuesta de los superiores o la conducta, han de luchar precisamente frente a condiciones que posibilitan y en muchos casos facilitan la aparición de respuestas de superiores inseguras, conductas inseguras de los trabajadores y mayor riesgo real.Si se observan los efectos directos más relevantes en el ámbito de los indicadores psicosociales, se puede ver que el clima de seguridad afecta sobre todo a la respuesta de los superiores, y es la respuesta de los superiores la que más afecta a la respuesta de los compañeros y a la conducta de seguridad. Por último ésta afecta negativamente al riesgo real, aunque menos que el riesgo basal. El modelo contrastado reproduce aquí la cadena de influencia característica de las empresas: De la empresa (dirección y alta dirección) a los trabajadores, a través de los mandos intermedios y los supervisores. Por supuesto puede admitirse que existen otras influencias además de la vertical descendente.

El modelo refleja una influencia horizontal de compañeros hacia la conducta del trabajador focal, que resulta menos fuerte que la que va de los superiores a la conducta del trabajador y omite una línea de influencia social vertical ascendente. Aunque esa línea existe y en algunos casos puede ser importante, creemos que el modelo contrastado refleja bien la que es la principal línea de influencia. Considerar la línea principal de influencia en seguridad de este modelo tiene una consecuencia inmediata para las propuestas de intervención: los cambios en seguridad, como en otras materias organizacionales, han de contar con la convicción, apoyo y soporte de la alta dirección. La prevención ha de fluir de las acciones determinadas por la empresa hacia el comportamiento de los trabajadores.

El modelo postula que la accidentabilidad es un producto psicosocial no deseado, configurado por una serie de factores de nivel organizacional y social que afectan a la conducta y a la accidentabilidad individual.

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David C. Berruezo Varela

David C. Berruezo Varela – Técnico Superior PRL. Especialidades de Psicosociologia – Ergonomía y Seguridad

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Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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