Las grandes manchas de fuel vertidas por el petrolero Prestige que han entrado en el Cantábrico se encontraban ayer a unos 430 kilómetros de la costa francesa, indicó la Prefectura Marítima del Atlántico en Brest (noroeste de Francia).
Ese bloque de manchas fueron localizadas por los medios aéreos españoles a unos 36 kilómetros de la zona en que los servicios de salvamento marítimo francés pasan a ser competentes, señaló la prefectura en un comunicado, lo que demuestra que esa contaminación se había desplazado hacia el noreste, y ayer lo seguía haciendo a una velocidad de 1,2 kilómetros por hora.
Respecto a la situación de las playas, las de Simprón, en el municipio coruñés de Carnota, y del cabo Touriñán, en Muxía, permanecían completamente afectadas, mientras que las de Camariñas, Muros, O Grove, Sanxenxo y Bueu habían sido alcanzadas por pequeñas manchas. Las islas Atlánticas se hallaban afectadas en “las zonas de rocas y también en las profundidades”.
Asturias y Cantabria tampoco presentaban novedades. Un grupo de irisaciones, de unos dos kilómetros de longitud, situado entre el cabo Vidio y Cudillero, eran los únicos restos de fuel procedente del Prestige que se habían avistado. De acuerdo con los datos suministrados por la Delegación del Gobierno en Asturias, son 24 las playas a las que han llegado los restos del carburante.
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