Una serie de autores defienden, que tras revisar la influencia que los sistemas de trabajo y los sistemas sociales ejercen sobre los accidentes de trabajo, encuentran una relación que se produce una reacción en cadena en el ámbito técnico y social que influye en el comportamiento seguro de los empleados. Estos resultados demuestran que los problemas de seguridad, la cultura de la seguridad, y las presiones de producción pueden influir en la eficacia de la seguridad y en la actitud del trabajador.

Así por ejemplo Deming (1986), afirma que los accidentes se derivan casi completamente del sistema. El segundo punto de vista se encuentra entre las posiciones basadas en la persona y aquellas basadas en el sistema y lo representan los argumentos como Perrow (1984) y entre otros, Dejoy (1986,1994) que afirman que la mayoría de los accidentes de trabajo son causados por un sistema de interacción de fuerzas sociales y técnicas. Argumentan que los empleados se encuentran al final de una serie de acontecimientos interrelacionados. Poniéndose al descubierto variables causales desde el ámbito social al técnico, y de la persona al sistema, elaborando una representación que tendía a ser incompleta. Sin embargo resulta razonable agrupar las explicaciones de actos inseguros, accidentes, y resultados relacionados en tres temas generales: causas que implican a la persona, causas que implican al sistema, y causas que implican la secuencia interrelacional persona-sistema. A continuación desarrollamos cada uno de éstos temas:

La persona como causa

El ejemplo más conocido es el de Du Pont (Burk y Smith, 1990; Motttel et al., (1995). Du Pont ha convertido sus programas de seguridad en centros de beneficios vendiendo programas de adiestramiento y servicios de consultoría que se centran en los actos inseguros como las causas principales de la mayor parte de los accidentes de trabajo, aunque hoy día este sistema sigue siendo muy cuestionado debido a métodos poco ortodoxos para reducir las bajas por accidente.

En este apartado se afirma que la actitud y el comportamiento del empleado son los antecedentes más importantes a actos inseguros, accidentes, lesiones, y otros resultados como reclamaciones de compensación. Así podríamos decir que los trabajadores que tienen las peores actitudes son más proclives a sufrir accidentes, en esta línea y bajo una intensificación del control de esta situación, con formación o otros sistemas se podría reducir la tendencia a adoptar comportamientos de riesgo.

El sistema como causa

Entre aquellos que comparten la opinión de que el diseño del sistema es la causa principal de la inseguridad y los accidentes se incluyen Deming (1986), Norman (1988) y Sedgwick (1993). Ellos afirman que los accidentes atribuidos “al error del operario” con mucha frecuencia tienen sus raíces en el diseño del sistema y en el proceso de dirección. Norman (1988) afirma que el diseño “de las cosas” puede influir en los mapas mentales de la gente, haciendo que lleven a cabo acciones no deseables. Una máquina perfectamente diseñada y sin ninguna parte que pueda producir lesiones será más fiable que otra que no contemple todos los aspectos necesarios.

Secuencia persona-sistema como causa

Se basa en la noción de que los factores del sistema influyen en los resultados de seguridad a través de la gente. Esta se diferencia de la anterior en tres aspectos importantes. En primer lugar junta el sistema social y el técnico, en segundo lugar, reconoce el papel de las predisposiciones personales, y por último, sostiene que estos factores del sistema, tanto el social como el técnico pueden influir parcialmente en las predisposiciones personales. Alguno de estos elementos puede ser incluido dentro de las perspectivas de los citados en la categoría el sistema como causa, pero no los tres.

Esta perspectiva persona-sistema está respaldada por Perrow (1984), DeJoy (1986, 1994, 1996) y Hofmann y Stetzer (1996). Estos autores destacan el papel del clima de la organización (una variable del sistema social) y de los atributos técnicos del sistema (por ejemplo, los riesgos de la seguridad) como factores que influyen en el comportamiento humano.

La necesidad de modelos integradores

Por lo tanto la tercera perspectiva –que reconoce los efectos de la interacción entre los sistemas sociales, técnicos y las cogniciones del operario- es la que presenta los argumentos más convincentes.

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David C. Berruezo Varela – Técnico Superior PRL. Especialidades de Psicosociologia – Ergonomía y Seguridad

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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