Está de rabiosa actualidad como consecuencia de los hechos del 11 de septiembre hablar del ántrax, del posible riesgo biológico al que todo el mundo está expuesto, que planea por encima de nuestras cabezas en forma de polvo blanco que algún desaprensivo incorpora en los sobres del correo diario. Y no es para menos esta preocupación, pero, ahora bien, lo que sí se debería hacer es diferenciar los términos que tan de moda están ampliando la información sobre ellos.

Ántrax y carbunco. ¿qué pasa con estas dos palabras que aparentemente vienen a significar lo mismo? ¿no son sinónimos? Pues parece ser que no.

Según distintas notas de prensa que han aparecido estas últimas semanas, remitidas por médicos dermatólogos y expertos en la materia se afirma que hay una confusión en lo que nombres se refiere.

Se le está llamando ántrax a lo que en España se conoce como carbunco, y la causa de ese error, es que según el doctor Antonio Zubiri Vidal, en un artículo publicado en el Heraldo de Aragón, estas enfermedades en inglés tienen los nombres cambiados con respecto al español, es decir, el equivalente al “Ánthrax” inglés, es para los españoles “carbunco”, y lo que para ellos es “carbuncle”, para nosotros es “ántrax”.

El ántrax, es una enfermedad de la piel, en ningún momento mortal, que se manifiesta por una acumulación de forúnculos dolorosos producidos por un estafilococo, localizados en la parte superior de la espalda o en la parte posterior de la cabeza, acompañados la mayoría de las veces de pus y que se suele tratar con medicamentos orales, dando así solución al problema.

El Ánthrax ó Carbunco es una enfermedad infecciosa aguda causada por el Bacillus anthracis, de los llamados científicamente grampositivos, el cual forma esporas. Dicho bacilo segrega una toxina que se compone de tres factores: uno protector, otro llamado factor edematoso y, finalmente, el llamado factor letal.

Es una zoonosis bastante común en los animales domésticos (ganado bovino, ovinos, caprinos, búfalos, cerdos y otros), y se transmite a los seres humanos por el contacto directo o a través de los productos de origen animal.

Es fundamentalmente un riesgo ocupacional de los trabajadores que preparan pieles o pelo, huesos y sus productos, lana ( por ello también es conocido como la “enfermedad de los cardadores de lana” ), así como veterinarios, trabajadores agrícolas y silvícolas que manipulan animales infectados. La vacuna existente solamente esta indicada para aquellos que estén expuestos a causa de su ocupación, y hay vacunas para el ganado, en particular para manadas con exposición en curso al suelo contaminado. La vigilancia es importante para evaluar los programas de control y para detectar brotes.

Se conocen distintas formas de la enfermedad, como son carbunco cutáneo, por inhalación o pulmonar y el intestinal. Los síntomas se suelen presentar dentro de los siete primeros días del contagio, dependiendo mucho de la forma en la que se contrajo.

Carbunco cutáneo: La mayoría de las infecciones ( alrededor de un 95% ) se producen cuando el agente causante de la misma entra en contacto con un corte o lesión existente en la piel, es decir, cuando se toca lana, pelo, cuero, etc… de animales infectados. Se manifiesta a través de una erupción cutánea, poco dolorosa, similar a la picadura de un insecto, pero que en el plazo de uno o dos días se convierte en una bolsa llena de líquido pasando después a transformarse en una úlcera sin dolor, de 1 a 3 cm de diámetro, con una característica zona negra (de ahí en nombre de carbunco, por el parecido al carbón). La muerte en este caso es muy poco probable si se reciben tratamientos médicos apropiados. Se habla de una tasa de mortalidad de aproximadamente un 20%, en los casos que no han recibido ningún tratamiento médico contra el carbunco cutáneo.

Carbunco pulmonar ( por inhalación ): Esta forma de contagio por inhalación de las esporas es mucho más grave y menos frecuente que la anterior, pudiendo causar la muerte en menos de una semana. Los síntomas iniciales de la infección de carbunco por inhalación pueden asemejarse a un resfriado común. Una vez que la bacteria pasa al aparato respiratorio provoca hemorragias pulmonares muy graves, lo que dificulta su tratamiento médico.

Carbunco Intestinal: Esta forma de carbunco puede ser el resultado de haber consumido alimentos contaminados y poco cocinados, provenientes de animales enfermos. Los síntomas iniciales son nauseas, perdida de apetito, vómitos y fiebre, seguidos por dolores abdominales, vómitos de sangre y diarrea grave. Entre el 25% y el 60% de los casos de carbunco intestinal tienen como resultado final la muerte.

También apuntar que es muy poco probable el contagio de este tipo de enfermedad de una persona a otra.

Recientemente, se ha distribuido entre los médicos españoles un plan de actuación ante el carbunco, a raíz de un posible ataque biológico, aunque dicha enfermedad es bastante conocida en España, registrándose una media de 17 casos en los últimos años, todos en su forma cutánea.

Medidas de actuación ante un posible atentado biológico

En cuanto a medidas personales, el protocolo redactado por el Gobierno de la Nación, que ha sido distribuido a todas las comunidades autónomas, recomienda a quien reciba un sobre o paquete sospechoso que mantenga la calma y no lo abra. En caso de haberlo hecho ya, debe meter el sobre en una bolsa, lavarse las manos con jabón y avisar a las fuerzas de seguridad para que se hagan cargo del producto sospechoso. Además se le realizará un análisis de sangre y heces del posible afectado. Si se sospecha que la sustancia haya podido impregnar sus ropas, debe quitárselas y ducharse. Se deberá comunicar también la posibilidad de que otras personas hayan estado en contacto con la sustancia, y agentes del grupo nuclear, bacteriológico, químico (NBQ) serán los encargados de recoger el producto en cuestión para su análisis.

La Policía y Guardia Civil tienen órdenes de no descartar a priori que un paquete pueda contener una sustancia peligrosa, así como de iniciar de inmediato una investigación para localizar al remitente.

El Insalud y la Consejería de Sanidad disponen de un riguroso protocolo de atención a los posibles afectados, consistente en la administración preventiva de antibióticos y en la realización de análisis diversos. En cuanto a Protección Civil, la Delegación del Gobierno se encarga de coordinar todos los recursos necesarios.

Referencias:

Organización Panamericana de la Salud. Hoja informativa del Carbunco.

Centers for Disease Control and Prevention. Ántrax.

Periódico El Heraldo de Aragón.

Periódico Diario de Noticias

El control de las enfermedades transmisibles en el hombre, OPS, 1992

Ministerio de Salud Pública de la Habana. Cuba

Agencia EFE, noticias.

Programa de inmunización de la vacuna contra el ántrax. U.S. Army Surgeon General´s Office.

Página web de la facultad de ciencias biológicas de Chile, http://www.bio.puc.cl/

http://www.entornomedico.org, Información general carbunco.

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Redacción Prevention World

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Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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