Como no podía ser de otra forma, el anterior articulo ha levantado alguna ampolla que otra, esto no es malo, significa que la profesión esta viva y que no hay gente indiferente.
Estoy totalmente de acuerdo en que el chiste es de mal gusto, pero ¿es mentira acaso?, es imposible proteger a quien no quiere ser protegido, a quien desprecia olímpicamente su vida y la de los compañeros, a quien lo único que le importa es llevarse a fin de mes la mayor cantidad de dinero posible, y el riesgo lo tiene asumido.
Por supuesto que la Ley dice que hay que eliminar el riesgo y no protegerlo, pero esto en las obras de construcción, es una utopía hoy por hoy, creo que el buen técnico, sin menospreciar a nadie, es aquel que siendo consciente de la realidad que le rodea, y con los medios que cuenta, que normalmente son bastante limitados, realiza su labor en la mejor forma posible, por que ya me diréis para que sirven, a parte de para ponerse medallas, las grandes evaluaciones de riesgos, los grandes planes de formación, etc.. si son incumplibles, porqué miramos para otro lado y no queremos ver la realidad que nos rodea en el mundo de la construcción. Sinceramente alguno de vosotros cree que la LPRL, es hoy por hoy aplicable. Pues si alguno lo cree, yo le invito a que me visite y se de una vuelta conmigo por las obras que tengo en marcha en mi empresa, charle con los trabajadores un rato, y con los jefes de obra, y luego hablamos, la comida la pago yo.
Sinceramente creéis que se puede dirigir un departamento de prevención en una empresa del sector, sin tener en cuenta los presupuestos económicos, de verdad me parece una hipocresía bastante grande, no querer ver la realidad y limitarse a los tópicos y a la demagogia, la realidad es la que expresa el chiste, nos guste o no, nos parezca de mal gusto o nos encante, da igual, pero esa es la realidad y en esa realidad en la que nos ha tocado dedicarnos a esto de proteger las vidas de trabajadores que por supuesto con excepciones, no generalizo, no se quieren proteger, no saben detectar el peligro, no tienen ningún interés por formarse, y cuando les ofreces la posibilidad de ir a cursos de formación en horas de trabajo y cobrando su sueldo, te dicen que si es obligatorio, que vaya rollo, que mas vale que les paguemos mas puntuales, o que les llevemos un frigorífico a la obra para las cervezas, o cosas similares, para que contar, de verdad me asombra compañeros, o hay poca experiencia en el sector, o trabajáis en obras de otra galaxia.
Por supuesto que hay muchos factores, que inciden en la prevención, pero hablo de uno en concreto, que nadie se vaya por las ramas, yo hablo del factor mas importante, del factor humano, del factor que falla, porque no es una máquina, porque no es un autómata sino que tiene sentimientos, haría falta un cambio tan profundo en las estructuras económicas de la sociedad actual para poder eliminar los factores de riesgo en las obras de construcción, que es imposible que ninguno de nosotros lo veamos, por lo menos yo seguro que no, que ya no puedo ni peinar canas porque no me queda pelo, por lo tanto, y teniendo claro que nuestro principal objetivo es salvar vidas, trabajemos con lo que tenemos, con la realidad que nos rodea, y dejémonos de cosas como la que me contesta algún compañero de que narices hace un jefe del departamento hablando de dinero, pues claro que hablo de dinero, porque hoy por hoy para poder salvaguardar las vidas de los trabajadores que tengo a mi cargo, necesito dinero, y no para desarrollar lo marcado en LPRL, sino para desde la realidad que nos rodea, que es la desidia, la indiferencia, el voraz afán recaudatorio de la inspección, los presupuestos de obra de las constructoras, etc.. (dinero, dinero, y mas dinero) hacer lo que este en mi mano dotando de los mayores medios posibles y la mejor formación posible a mis trabajadores, e intentar así que lo del chiste, sea eso un chiste, pero para eso, necesito dinero, y una parte muy grande de mi trabajo, consiste en arañar de la dirección de la empresa todo lo que puedo para mis trabajadores, para dotarles de los mejores equipos de protección individual, porque el peligro en la obra no lo puedo evitar como dice la ley, que empiecen por cumplir la ley las administraciones, y sobre todo la inspección, y cuando lleguen a una obra y vean trabajadores en situaciones de riesgo, en lugar de levantar un acta y soplarnos dos o tres millones de pesetas, que paralicen la obra, y luego ya veremos, pero claro esto es ir contra los intereses económicos de las grandes constructoras, y eso no puede ser. OTRA VEZ DINERO, poderoso caballero.
Angel Terrés Rubio – Jefe del Departamento de Prevención de Encofrados Santa Barbara, S.L.
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