El Director General Adjunto de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gilbert Houngbo, en representación del vicecopresidente de la comisión y Director General de la OIT, Guy Ryder, ha manifestado que a fin de alcanzar el objetivo de garantizar vidas sanas para todos de aquí a 2030 será necesario incrementar de manera considerable la fuerza de trabajo en el sector de la salud a nivel mundial, sobre todo en los países más desfavorecidos.
Gilbert Houngbo agregó que la carencia de trabajadores de la salud podría fácilmente duplicarse si se considera también el número de empleos necesarios para ofrecer el apoyo indispensable al sector de la salud.
“Las recientes medidas de lucha contra las pandemias ilustran la necesidad apremiante de solucionar el grave déficit de mano de obra en el sector de la salud”, insistió.
La OIT señaló además que la migración internacional de los trabajadores de la salud se está convirtiendo cada vez más en lo que Gilbert Houngbo definió “un mecanismo de fuga de cerebros” de los países en desarrollo que ya carecen de trabajadores cualificados.
“Nuestro desafío es ayudar a los países a elaborar políticas que permitan que al menos una parte de ese enorme número de desempleados encuentre un empleo decente y productivo en la atención de la salud y contribuyan a mejorarla”, agregó.
Al destacar que dos tercios de los trabajadores empleados en el sector son mujeres, Gilbert Houngbo insistió también en la importancia de respetar los derechos de los trabajadores de la salud, tales como la igualdad de género, la libertad sindical y el diálogo social para instaurar sectores de la salud resilientes capaces de conservar un personal dedicado y bien formado.
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