Durante los dos primeros meses del año murieron en la provincia cinco trabajadores a causa de accidentes laborales. Esta cifra supone un incremento del 500% respecto al mismo período del año anterior, cuando no se registraron fallecimientos. Uno de los accidentes ocurrió en una marmolería de la capital, donde un joven murió aplastado al caerle encima unas planchas de mármol; otro se produjo en carretera y en él murieron dos funcionarios de la Junta cuando viajaban a Valladolid para asistir a una reunión de trabajo; también como consecuencia de accidente de tráfico falleció un empleado de Construcción, y otro trabajador de construcción murió a consecuencia de un infarto.
En lo que va de año, el número global de siniestros laborales ha descendido en un 1,93%, puesto que se han registrado menos accidentes de carácter leve y grave. Concretamente, y según los datos facilitados por el secretario provincial de UGT, Manuel fuentes, tras la Comisión de Seguridad y Salud Laboral, ha habido tres accidentes graves y 348 leves; en total, 363 siniestros de trabajo. Fuentes reiteró la denuncia por el incremento paulatino de la siniestralidad laboral, que en los últimos cinco años ha aumentado a un ritmo medio del 10% anual.
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