Gracias a fondos europeos, un consorcio trabajó para suscitar un mayor interés de la juventud por la ciencia y la tecnología y para dar con un modo mejor de motivar a los profesores de ciencias a la hora de impartir los conocimientos necesarios. Los resultados del proyecto resultaron positivos de cara a incluir los métodos avanzados en el repertorio pedagógico de todos los docentes de ciencias.
El proyecto POPBL («Enseñanza escolar de ciencias por orientación del proyecto: una mejor transición de los jóvenes de ambos sexos a la universidad y al mercado laboral») tenía el cometido de introducir formas nuevas de avivar el interés del alumnado por la ciencia por medio de las clases de asignaturas científicas. Las actividades realizadas pretendían establecer una relación entre las demandas de la industria y la economía en cuanto a ciencia y tecnología destacando el vínculo existente entre la formación académica y el trabajo.
El método de enseñanza de las ciencias ideado por POPBL puede transferirse del ámbito universitario al de la enseñanza de ciencia en colegios por medio de talleres en los que enseñar a los profesores de ciencias la manera de adaptar y poner en práctica la propuesta de POPBL según las circunstancias concretas de su aula. Las clases habituales de biología, química, informática, ecología, física y ciencia y tecnología fueron reemplazadas temporalmente por las clases diseñadas por el equipo de POPBL en todas las escuelas de secundaria, cuyo alumnado tenía edades comprendidas entre los 11 y los 19 años. Las universidades participantes tenían una orientación de ciencias aplicadas y contaban con una larga tradición de contactos habituales con el sector industrial.
Las medidas relevantes extraídas de los resultados de los estudios piloto, resultados que por otra parte mostraban similitudes y diferencias con independencia de los factores culturales y del sistema escolar de los seis países en los que se realizó el ensayo, indicaron que POPBL tenía el potencial suficiente para incrementar el interés del alumnado por las asignaturas de ciencias. Asimismo, se observó que gracias a determinados elementos didácticos de POPBL se incrementó la motivación de los profesores de dichas asignaturas. Uno de esos elementos fue la actualización y renovación constante de los temas incluidos en el plan de estudios establecido.
El método POPBL favorece un conocimiento práctico de la ciencia, el desarrollo de destrezas científicas, la transferencia de conocimientos y su aplicación, y diversas habilidades y capacidades complementarias. Los resultados del estudio mostraron resultados pedagógicos buenos en conjunto, un mayor conocimiento práctico y una mayor adquisición de competencias en comparación con el grupo de referencia.
Por lo que se refiere a las diferencias entre los sexos, no se pudo determinar si los más beneficiados fueron las chicas o los chicos, aunque los resultados sí que señalaron que las primeras presentaban una predisposición a resultar más beneficiadas con la enseñanza según el modelo de POPBL que con el modelo convencional de enseñanza. Si bien los chicos hicieron gala de una mayor soltura para emprender «experimentos peligrosos», se observó que las chicas procedían de una manera más estructurada y orientada a los resultados y que sus aptitudes eran mayores por lo que se refería a leer, comprender y aplicar las instrucciones. Cabe destacar que los estudios piloto sugirieron que las chicas sentían menos autoconfianza en relación a la educación científica y que se infravaloraban sus conocimientos científicos.
En definitiva, los resultados del proyecto POPBL indicaron que su planteamiento y métodos constituyen instrumentos eficaces para promover la enseñanza y el aprendizaje de las ciencias así como para incitar a aprender y adquirir conocimientos.
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