Pese a que las conclusiones definitivas de la comisión de Seguridad de CLH reunida el lunes en la planta de hidrocarburos de Santovenia no fueron elevadas hasta ayer al Comité Superior de Salud Laboral de la empresa, responsables de UGT que participaron en la comisión señalaron ayer que fue una chispa producida al manipular una herramienta para desatornillar lo que provocó la deflagración que acabó con la vida de Fernando R. H, un operario de 58 años, el pasado 14 de enero.
Fuentes sindicales denunciaron ayer que el accidente mortal se debió a la «falta de procedimientos de trabajo por parte de la empresa en medidas de seguridad». Según señaló Concha Olmos, Secretaria Estatal de Salud Laboral de UGT y miembro del Comité sindical en la Compañía Logística de Hidrocarburos, «ha habido un muerto y según la ley, la empresa debe prever todas las eventualidades incluido el fallo humano».
Sin embargo, fuentes de CLH manifestaron ayer que la reunión del lunes se prolongó hasta la madrugada del martes y que las conclusiones hechas públicas por UGT son «personales y no del comité de seguridad», ya que los procedimientos de investigación de accidentes no permiten manifestaciones personales. Sin embargo, no negaron dichas fuentes que la causa del accidente fuese la reseñada arriba.
En la reunión mantenida en la planta de Santovenia para averiguar qué ocurrió se encontraba presente Manuel P. B., oficial de CLH que ayudaba al operario fallecido en las tareas de mantenimiento y limpieza del tanque número 38.
«Con su propio cuerpo»
Previo a la limpieza del depósito, los operarios debían sellar las tubuladuras de entrada y salida del tanque. Em esta fase del proceso se encontraban cuando, de la herramienta que se emplea para extraer unos tornillos se desprendió una chispa que desencadenó el incendio.
Todavía conmocionado por el terrible suceso, el hombre sólo pudo indicar que «saltó una chispa». La deflagación consiguiente envolvió en llamas a Fernando R. H., quien pudo alejarse de las llamas aunque ya era tarde pues las ropas habían prendido y se encontraba envuelto en fuego, tras lo que cayó al suelo. Fue al ver la situación cuando Manuel P. B. intentó extinguir las llamas «con su propio cuerpo», según explicó la delegada sindical. De ahí las quemaduras que sufrió éste en manos y brazos.
Sin embargo, la gravedad de las quemaduras, dérmicas y subdérmicas en el 90 por ciento de su cuerpo provocaron su fallecimiento en un hospital de Madrid en la madrugada del domingo al lunes.
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