Tres de las 16 víctimas mortales en accidentes laborales que sufrieron los autónomos españoles en 2012 eran de Castilla y León, “una barbaridad” en palabras de la presidenta autonómica de ATA, Soraya Mayo, que presentó un informe elaborado por la Federación de Autónomos y Mutua Universal, que analiza la situación de los 3.448 trabajadores por cuenta propia de la autonomía que cotizan para cubrir posibles contingencias profesionales.
Según apuntó Mayo, el volumen de profesionales autónomos con cobertura es tan sólo del 20,01 por ciento (hay 40.474 autónomos en total en la región), un dato que sitúa a Castilla y León por debajo de la media nacional (del 21,26 por ciento) y en el sexto lugar del ranking de autonomías con mayor cobertura en caso de accidente laboral. Por ello, Mayo aseguró que “la cultura preventiva en Castilla y León es bastante pobre”.
“Dese ATA pretendemos que los autónomos vean la prevención de riesgos laborales como una inversión, y no como un gasto. En muchos casos, por intentar ahorrar en tiempos de crisis los profesionales acaban arriesgando su propia salud, y eso es muy peligroso y acaba saliendo caro”, detalló Mayo.
El objetivo del estudio presentado, según apuntó responsable nacional de Formación de ATA, José Luis Perea, es “analizar las causas de siniestralidad y ofrecer propuestas a las administraciones y a los profesionales para poder reducir el volumen de accidentes laborales y la siniestralidad”.
Para lograr ese objetivo es fundamental que aumente el volumen de profesionales que coticen para cubrir las contingencias, una cifra que en Castilla y León oscila entre el 24 por ciento de los autónomos que están cubiertos en Soria y el 16,6 por ciento que cuenta con esa prestación en Palencia. En el resto de provincias, Ávila cuenta con el 19,7 por ciento de autónomos con cobertura; Burgos, con el 18,6 por ciento, León con el 22,6 por ciento; Salamanca, con el 18,7 por ciento; Segovia, con el 21,3 por ciento; Valladolid, con el 19.6 por ciento; y Zamora, con el 19,4 por ciento.
En lo que se refiera al volumen de accidentes por comunidades autónomas, 898 de las 12.197 registradas en España el pasado año se registraron en Castilla y León (el 7,4 por ciento), y sólo Andalucía (con 2.518), la Comunidad Valenciana (con 1.277), Galicia (con 1.194), Cataluña (1.066), Comunidad de Madrid (1.041) y Castilla-La Mancha (1.007) la superaron.
En Castilla y León, el 88,33 por ciento de los accidentes laborales sufridos por autónomos con contingencias profesionales cubiertas se produjo en el centro habitual de trabajo (un total de 795), el 6 por ciento durante su desplazamiento (54) el 5,4 por ciento en otro centro (49), y el 0,22 por ciento (2) in itinere.
El mayor volumen de accidentes se produjo en León (216), seguida de Burgos (136), Valladolid (135), Salamanca (100), Zamora (93), Segovia (78), Palencia (57), Ávila (52) y Soria (31). Y por sectores, a nivel nacional los servicios concentraron el mayor porcentaje de accidentes, pero en Castilla y León el sector más afectado fue la agricultura (con 429 de los 898 totales). La siguen la construcción (183), los servicios (182), la industria (68) y el transporte (36).
En lo que se refiere a los rangos de edad, el colectivo que aglutinó mayor número de accidentes es el que está entre 45 y 54 años (el 31,4 por ciento), seguido del que tiene entre 35 y 44 años (28,17 por ciento) y el de 55 y más (23,5 por ciento), algo que para Perea deja constancia de que “los nuevos emprendedores tienen más conciencia preventiva”. Y según la gravedad de los siniestros, el 96,5 por ciento fueron accidentes leves, el 2,8 por ciento graves y el 0,33 por ciento restante muy graves, con los esguinces y torceduras acaparando el 20,7 por ciento de los accidentes como principal causa.
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