El fin de los accidentes laborales pasa, en opinión tanto de UGT como de Comisiones Obreras, por introducir la prevención de riesgos laborales en la labor diaria de gestión de las empresas. Ambos sindicatos alzaron un basta ya ante las siete muertes que, ya, se han producido este año en La Rioja.
Los dos sindicatos mayoritarios celebraron hoy, por separado y de forma “improvisada” en el caso de Comisiones Obreras, una concentración después de que ayer se produjera la séptima víctima moral en La Rioja, en accidente de trabajo, en lo que va de año y se superara, de este forma, ya, la cifra de todo 2007.
En declaraciones, el secretario de Organización de la Federación de Construcción de UGT, Eusebio Paramio, achacó el aumento de la siniestralidad laboral a que los empresarios “no hacen suya la prevención”.
A su juicio, deberían vigilar la salud laboral “igual que se vigilan, en una obra, que la masa está bien hecha”. Esto supone que la prevención de riesgos se integre en la gestión diaria de la empresa. Un punto en el que estuvo de acuerdo el secretario general de Comisiones, Carlos Ollero.
Este último sindicato salió a la calle para concentrarse, “de forma improvisada”, frente a su sede, para, según explicó Ollero a Europa Press, mostrar su “hartazgo por el número de fallecidos” tras la muerte de ayer, que deja una cifra “insostenible”.
Momentos antes, frente a la sede de UGT, medio centenar de personas se concentraban a la llamada de este sindicato para pedir a las empresas que cumplan la ley y a la Administración que vigile su cumplimiento “en el día a día, no sólo con planes puntuales de prevención”.
La “escandalosa” situación de la siniestralidad laboral, en palabras de Ollero, dará paso a una reunión de ambos sindicatos que unirá a las ejecutivas, así como a las federaciones de construcción de Comisiones y UGT (pues seis de los siete muertos trabajaban en este sector) para ver “qué medidas se pueden tomar”.
“La legislación no se cumple”, aseguró, de forma tajante Ollero. Desde UGT, además, se añadió otro dato: de los seis fallecidos en la construcción, cinco eran inmigrantes, por lo que, desde este sindicato, se pide formación para este sector de la población.
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