Según UGT Madrid, la normativa sobre Enfermedades Profesionales en España, si bien supuso en su momento una mejora, a día de hoy supone “una interpretación restrictiva” de la relación de trabajo y sus efectos nocivos sobre la salud y “no garantiza la adecuada vigilancia y prevención de las enfermedades derivadas del trabajo”.
En la Comunidad de Madrid, las enfermedades profesionales declaradas son el asma laboral, la hepatitis en el trabajo, enfermedades músculo-esqueléticas y de las articulaciones, la carcinogenesis, la tuberculosis, las dermatitis profesionales y la asbestosis.
Para UGT de Madrid, “es necesario actualizar la normativa vigente de Seguridad y Salud y adaptarla al concepto más amplio de daño, derivado del trabajo y establecido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, lo que permitirá tratar aquellas patologías claramente profesionales que no están recogidas en la lista”. Javier Vallejo, viceconsejero de Trabajo en funciones de la Comunidad de Madrid, ha asegurado a este respecto que, si bien no están incluídas en la lista de enfermedades profesionales algunas patologías derivadas de la actividad laboral, se va a elaborar una lista paralela con este tipo de patologías.
Para el sindicato, “debe quedar claro que existe una presunción de laboralidad, tal y como establece el Tribunal Supremo, por la que se considera que la enfermedad tiene causa exclusiva en la ejecución del trabajo”, correspondiendo por tanto al empresario o a la mutua la carga de la prueba.
Según han denunciado en reiteradas ocasiones tanto CC.OO como UGT, existe en la Comunidad de Madrid un subregistro de enfermedades profesionales y una clara infraestimación del número de patologías que tienen su origen en el desarrollo de la actividad laboral.
Para los sindicatos, las causas de esta subdeclaración han de buscarse en la consideración por parte de las mutuas como enfermedades comunes, la propia dificultad científica de demostrar causa-efecto de la patología y trabajo, la falta de formación en los profesionales de la medicina en los factores de riesgo laboral, así como el legendario conflicto de intereses entre empresarios y trabajadores por determinar la relación de la patología y el trabajo.
Así, en la Comunidad de Madrid, está catalogada como una de las principales enfermedades profesionales el asma laboral. Esta patología afecta principalmente al sector servicios, incidiendo de manera más significativa a la peluquería, seguido por el sector de la Industria, fundamentalmente en aquellas empresas que se dedican a la fabricación de detergentes. Según UGT, se calcula que el 15 por ciento de los trabajadores son alérgicos a alguna sustancia irritante.
La hepatitis en el trabajo, producida también en el sector servicios, principalmente entre los Profesionales Sanitarios, y las enfermedades músculo-esqueléticas y de las articulaciones, junto con la carcinogénesis, tuberculosis, dermatitis y asbestosis, también más acusadas por el sector servicios y la industria, son otras de las principales enfermedades profesionales de la Comunidad de Madrid.
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