Tres personas han fallecido tras quedar atrapadas dentro de un pozo en Piedrabuena (Ciudad Real). El primero de ellos entró en el pozo para recuperar un teléfono móvil o una herramienta que se le había caído al haber descendido anteriormente. Los otros dos murieron mientras intentaban rescatarle.
El suceso se produjo entre las 21:00 y 22:00 horas del domingo, cuando los propietarios de un chalet ubicado en el paraje “Tabla de la Yedra”, a unos tres kilómetros de Piedrabuena y al lado del río Bullaque, llamaron a un electricista para que reparase la bomba de agua de un pozo, de doce metros de profundidad, que se había estropeado.
Tras reparar la bomba, el electricista E.P.J. volvió a bajar al pozo al comprobar que se le había caído dentro el teléfono móvil o una herramienta, pero quedó atrapado en el interior, lo que motivó que bajara la esposa del dueño del chalet, quien también quedó dentro.
Posteriormente bajó al pozo J.P.L. con idéntico resultado y finalmente el propietario del chalet, R.D.M.R, de 41 años, descendió con la precaución de atarse una cuerda, gracias a la cual los miembros de la Guardia Civil que acudieron al lugar de los hechos pudieron rescatarle con vida.
R.D.M.R. fue sacado del pozo en estado inconsciente y fue reanimado mediante un masaje cardiaco en el mismo lugar del suceso, al que se desplazaron cinco vehículos del servicio de emergencias de Ciudad Real, una ambulancia asistencial, un médico de urgencias, miembros del cuerpo de bomberos y varias unidades de la Guardia Civil.
El subdelegado del Gobierno, Jaime Lobo, ha explicado que en estos momentos se investigan las causas de estas muertes, y además de las correspondientes autopsias, se practicarán pruebas sobre el agua que contiene el citado pozo para determinar si contiene algún tipo de sustancia tóxica.
Lobo ha indicado que no se descarta la hipótesis de que la muerte de estas personas se deba a la inhalación de algún gas tóxico del subsuelo relacionado con la antigua actividad volcánica de la zona, por el mismo efecto que provocó hace tres años el fenómeno del “chorro de Granátula”, una erupción de gas, agua y arena que se prolongo durante varios meses en Granátula de Calatrava
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