Cinco empleados de las obras de un puente del AVE en la Pobla Llarga resultaron heridos al derrumbarse el forjado que estaban cimentando. Los trabajadores, cuatro portugueses y un valenciano, cayeron desde una altura aproximada de 10 metros. Los operarios fueron trasladados al hospital, aunque ninguno quedó ingresado.
La sombra de la tragedia ocurrida hace unos días en la localidad granadina de Almuñécar, donde murieron cinco trabajadores, sobrevoló entre los operarios que están construyendo el AVE en el tramo que pasa por la Pobla Llarga y l,Ènova.
Cinco obreros, cuatro de ellos de nacionalidad portuguesa y un quinto, vecino de Catarroja, resultaron heridos al caer al vacío desde una altura de unos diez metros al derrumbarse el forjado del puente sobre el que estaban realizando su trabajo.
Eran las once y veinte de la mañana cuando estos obreros se encontraban inyectando hormigón a las cimbras y el encofrado de la estructura del puente. De repente, el entramado se vino abajo y arrastró a los operarios, que quedaron semiatrapados en esta zona del puente.
La poca altura desde donde cayeron estos trabajadores evitó la tragedia, ya que estaban acabando el último tramo de este viaducto, junto al terraplén. La zona del derrumbe corresponde a uno de los vértices que une esta plataforma elevada con tierra firme y que prácticamente estaba concluida.
Pero la suerte también se alió con el resto del personal de la obra, ya que, en el momento del desplome, no había ninguna persona debajo de la estructura del encofrado. De lo contrario este accidente laboral hubiera tenido consecuencias más graves.
‘‘Todo pasó en un segundo, la estructura se fue abajo’’, comentó un trabajador que se encontraba en esos momentos cerca del puente.
Los compañeros acudieron al auxilio de estos empleados y sacaron entre el hormigón a dos de ellos. Una vez llegaron los efectivos de los parques de bomberos de Xàtiva y Alzira acabaron de rescatar al resto aunque no tuvieron que excarcelar ninguno de ellos.
Fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) apuntaron que el desplome se debió a la “cesión de una cimbra”. Como hipótesis de por qué la estructura no aguantó citaron un posible sobrepeso o un fallo de apuntalamiento.
Cuatro heridos fueron trasladados al Hospital Lluís Alcanyís de Xàtiva y al Hospital de la Ribera de Alzira por una ambulancia. El quinto fue evacuado del lugar por el capataz de la obra a este último centro.
En la capital de la Ribera Alta ingresaron en Urgencias dos hombres de 45 y 33 años con policontusiones y rozaduras y que, a falta de las exploraciones oportunas, su pronóstico era reservado, aunque su vida no corría ningún peligro. Todos los heridos recibieron el alta durante el día de ayer, según informaron desde el organismo dependiente de Fomento.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
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