Los trabajadores de la compañía Emisa, filial de Tudor, coin fábrica en Torrejón de Ardoz (Madrid) se concentraron hoy en Barcelona para protestar contra el despido del conjunto de la plantilla, formada por 61 personas, y para pedir medidas de salud laboral en la producción de baterías alcalinas que se desarrolla en la factoría.
Los 60 manifestantes, convocados por el sindicato Comisiones Obreras, se concentraron frente al Hotel Majestic del Paseo de Gracia porque en su interior se celebró una reunión de los directores generales de Tudor en toda Europa y el director general de la matriz estadounidense Exide Technologies.
El secretario de Política Industrial de la Federación del Metal de Comisiones Obreras, Agustín Martín, explicó a Europa Press que una veintena de trabajadores se encuentra de baja por los problemas de salud que sufren por la manipulación de cadmio y níquel, agentes cancerígenos necesarios en el proceso productivo.
De hecho, la Comunidad de Madrid obligó el pasado mes de noviembre a Tudor paralizar su factoría de Torrejón debido a que la empresa superaba y duplicaba los niveles ambientales permitidos, y todavía hoy un total de siete máquinas no han podido reactivarse.
Martín criticó que “en lugar de implantar las medidas de salud y ambientales necesarias, Tudor quiere ocultar la intoxicación de los empleados despidiendo a todos los trabajadores y vender su cartera” de negocio a la francesa Saft, filial de Alcatel. Tudor presentó el pasado mes de marzo un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para despedir a 61 empleados, sobre el que Gobierno autonómico de Madrid debe pronunciarse la próxima semana. Los trabajadores reclaman a la compañía que retire los despidos y retome su actividad en Torrejón con las medidas de salud necesarias.
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