Los cambios en las normativas centra la muestra que acoge el Casino Militar. El artículo 15 de la Ley de Prevención de riesgos Laborales recoge los principios de la acción preventiva que exige combatir los riesgos desde el origen. Éste fue el primer precepto que el Titanic pareció no cumplir en la propia construcción del barco. La falta de hierro a principios del siglo XX con el que se fabricaban los remaches para unir las chapas de los buques provocó la utilización de diversas aleaciones de acero que no tuvieron la calidad necesaria para cumplir su función. Ésta es una de las curiosidades que los melillenses podrán encontrar en la exposición que acoge el Casino Militar hasta el próximo viernes.
Al compás de una pieza de la banda sonora de la película Titanic, el presidente Imbroda y la consejera de Administraciones Públicas, Katty Muriel, inauguraron la exposición que muestra la evolución de la prevención de riesgos laborales cien años después de la tragedia del buque de la White Star en 1912. Además de los paneles informativos, la muestra cuenta con piezas e instrumentales de navegación que se utilizaron en la época del Titanic, como los binoculares con los que los vigías del buque británico no contaron para avistar el iceberg que provocó su hundimiento.
Uno de esos vigías declaró después de ser rescatado por el Carpathia que de haber contado con los prismáticos podría haber avistado la masa de hielo a 1.800 metros y no a los 400, como así ocurrió. Este detalle hubiera permitido al buque corregir la trayectoria y esquivar el iceberg a tiempo.
La ley de prevención de riesgos laborales exige la formación adecuada a los trabajadores para encarar con efectividad una situación de emergencia, incluso aquéllos que no tienen relación directa con la empresa. Este hecho no se tuvo en cuenta, por ejemplo, con los telegrafistas del barco, que dejaron en un segundo plano los mensajes de SOS del Titanic, tras la colisión, para enviar los mensajes personales del pasaje. Una formación adecuada a las funciones del puesto de trabajo hubiera primado las peticiones de auxilio y el SS Californian, otro barco que se encontraba cerca del Titanic, habría podido ir en su socorro.
Este mismo barco no acudió al rescate del buque británico al no interpretar correctamente las señales de auxilio y estar su operador fuera de servicio. A partir de entonces, se establecieron turnos de guardia durante todo el día en el puesto de radio.
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