Los cincuenta operarios de la empresa Tragsa encargados de las tareas de descontaminación del litoral ferrolano afectado por la marea negra del petrolero Prestige secundan hoy una jornada de huelga en protesta por las condiciones de trabajo y por no tener ingresado las cantidades correspondientes a la nómina del pasado mes de diciembre.
La protesta de este colectivo, que se inició este mediodía en la oficina abierta por Tragsa en el arenal de Doniños, se trasladó después al edificio de usos administrativo de la Xunta, situado en las inmediaciones de la Plaza de España, donde representantes sindicales de la CIG y de la Unión Sindical de Trabajadores de Galicia (USTG) entregaron un escrito de protesta dirigido a la Consellería de Asuntos Sociais.
Además, ambas centrales obreras aseguran que los trabajadores de Tragsa no reanudarán sus labores mañana si no mejoran las condiciones en las que desempeñan su trabajo.
Al respecto, la USTG ha presentado una denuncia ante la inspección de trabajo debido a la negativa de la empresa de acondicionar vestuarios para el personal, que “se tiene que cambiar de ropa a la intemperie”.
Asimismo, este sindicato acusa a Tragsa de “no cumplir las mínimas medidas de salud laboral a pesar de tratarse de una actividad altamente contaminante”.
Además, USTG advierte en un comunicado de “irregularidades en las percepciones económicas que no se ajustan a convenio alguno”. Por último, el portavoz de esta organización sindical, Francisco Salceda declaró hoy que las promesas de la empresa por mejorar la situación “no se han cumplido”.
En este sentido, un operario de Tragsa, Andrés Galdo, corroboró que “sólo cotizan a la Seguridad Social por semana aunque trabajen los sábados y domingos”.
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