Un trabajador de una aseguradora, imputado por amañar accidentes de tráfico

Un administrativo de una aseguradora está imputado por amañar accidentes de tráfico para que fuesen indemnizados tres de sus familiares, que también son sospechosos de cometer un delito de estafa y de otro de falsificación de documentos. Los cuatro acusados, según informó ayer la Guardia Civil de Tráfico de A Coruña, lograron cobrar de forma fraudulenta unos 30.000 euros después de manipular los partes de once siniestros.

Los agentes que investigaron el caso sostienen que el empleado de la compañía incluía como ocupantes de vehículos implicados en accidentes de circulación a sus tres familiares sin el conocimiento de los conductores. De esta forma, percibían compensaciones, ya que los siniestros en los que presuntamente manipulaba los partes nunca ofrecían dudas sobre la culpabilidad de uno de los conductores. La responsabilidad de las indemnizaciones, por tanto, correspondía a la aseguradora del turismo que colisionaba contra el coche en el que situaba a sus familiares. Así, se convertían en víctimas de los accidentes.

Para llevar a cabo la trama, los implicados, siempre según las conclusiones de los agentes de la Guardia Civil que investigaron los hechos, falsificaban certificados médicos. Los funcionarios indican que los sospechosos cambiaban los datos de identidad de los pacientes y las fechas de los hechos en documentos reales a los que tenía acceso el administrador de la aseguradora, ya que se encargaba de tramitar siniestros. “Se falsificaron informes médicos de hospitales de toda Galicia, tanto públicos como privados, en función de la proximidad al lugar del accidente”, destaca la Guardia Civil en su informe, en el que afirma que descubrió el pago de indemnizaciones fraudulentas en once siniestros por importe de 30.000 euros a siete aseguradoras.

Las empresas que presuntamente fueron estafadas siguieron los protocolos habituales, por lo que una vez que recibían los informes médicos en los que constaban las lesiones que sufrían las víctimas de los accidentes y la duración de las mismas, procedían a establecer las cuantías que les correspondía percibir como indemnización con base en los baremos fijados por ley.

“Al tratarse de cantidades relativamente pequeñas, el pago de las indemnizaciones se realizaba inmediatamente, una vez que la oferta era aceptada por los lesionados”, señalan los agentes de la Guardia Civil de Tráfico que destaparon la trama.

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