Toxicología advierte del peligro de que los jóvenes ingieran luz química

En las discotecas los adolescentes bailan con barras flourescentes en la boca llenas de líquido muy tóxico. El pasado sábado, una niña madrileña de catorce años sufrió una grave intoxicación tras ingerir el líquido de una cápsula de «luz química». Desde hace un año está de moda entre los adolescentes bailar en las discotecas con estas pequeñas barras flourescentes en la boca.

Este producto está pensado para señalizar la caña en la pesca nocturna pero los jóvenes le han encontrado un nuevo valor. Ayer, el Instituto Nacional de Toxicología alertó que el líquido que contiene puede provocar insuficiencia respiratoria.

Son pequeñas barras verdes de unos cinco centímetros de largo que cuestan 0,6 euros (100 pesetas) en las tiendas de náutica. Se usan para pescar calamares por la noche y saber dónde está la caña. Para que brillen en la oscuridad o al recibir la luz ultravioleta (tan típica de las discotecas) hay que agitar la pequeña barra para mezclar los líquidos que contiene. Dura unas doce horas. En los últimos veranos se han visto en muchos conciertos, aunque en distintos tamaños.

Según alertó ayer el jefe del Servicio de Información del Instituto Nacional de Toxicología, José Cabrera, las cápsulas están formadas por ftalatos, alcoholes y agua oxiginada.

Si el líquido sale de la barra y se traga, provoca automáticamente una irritación de las mucosas que, en casos severos, puede llevar a la insuficiencia respiratoria. Según Cabrera «una simple cápsula no es suficiente para provocar mortalidad, pero es altamente tóxica». Pero, aunque no haya una alergia a los componentes, lo que provoca es un susto muy serio a la persona que lo sufre, máxime si está sudando, excitada o ha bebido alcohol.

El caso es que se han puesto de moda entre los adolescentes sin ningún objeto, simplemente, «para fardar».

La Voz de Galicia

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.