Sólo la mitad de los trabajadores está de acuerdo con el salario que percibe, mientras que nueve de cada diez manifiestan estar satisfechos o muy satisfechos con su empleo, según los datos de la Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo 2002 que elabora el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
De acuerdo con los resultados de este estudio, los principales factores que intervienen en el nivel de satisfacción los constituyen el gusto por la realización de su actividad (26 por ciento), el compañerismo (11,2 por ciento), el sueldo (8 por ciento) y un buen horario (7,4 por ciento).
Precisamente, el compañerismo, la independencia laboral y el desarrollo personal han perdido peso a la hora de valorar el nivel de satisfacción, frente al salario, el gusto por el trabajo y la estabilidad laboral, que han ido ganando puestos.
De cada diez trabajadores encuestados, ocho encuentran satisfactorios aspectos concretos como el entorno físico, las condiciones de seguridad e higiene laboral y las relaciones personales con los compañeros; siete encuentran atractivo e interesante el empleo y la organización de su trabajo, y seis se muestran conformes con su grado de participación en el mismo y ven satisfactoria su relación con los superiores.
Los datos obtenidos reflejan que, de cada diez entrevistados, sólo uno declara aburrirse frecuentemente y opina que trabaja en condiciones peligrosas, mientras que tres de cada diez perciben su actividad como estresante, lo que sitúa el nivel medio de estrés en 4,68 puntos en una escala de 0 a 10.
Más de la mitad de los trabajadores cambian de empleo
En relación con la movilidad, la encuesta revela que, de cada diez ocupados, siete han cambiado alguna vez de empleo motivados fundamentalmente por el interés de mejorar económicamente. Asimismo, casi ocho de cada diez trabajan en la actualidad en la misma comunidad autónoma en la que nacieron.
Respecto a la conciliación de la vida familiar y laboral, más de cuatro de cada diez mujeres asumen solas las tareas domésticas, mientras que sólo uno de cada diez varones realiza en solitario dichas tareas.
Por su parte, el cuidado de los hijos menores de doce años es compartido por el 50 por ciento de las parejas. Sin embargo, cuando esa tarea no es compartida, el 35 por ciento de las mujeres ocupadas la asumen en solitario frente al 2 por ciento de los varones.
Si en el entorno familiar hay personas mayores que requieren cuidados, el 38 por ciento de los ocupados comparten con su pareja la atención a dichas personas. Por el contrario, cuando se asume en solitario, las diferencias por sexo vuelven a ser notables: un 53 por ciento de mujeres frente a un 18 por ciento de hombres.
La Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo 2002 es una investigación por muestreo cuyo ámbito es el territorio nacional, excepto Ceuta y Melilla. El universo ha sido la población ocupada de 16 y más años de ambos sexos, que residen en viviendas familiares. El tamaño de la muestra ha sido de 6.020 trabajadores, con un error de muestreo de aproximadamente un 1,4 por ciento y un intervalo de confianza del 95 por ciento.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
