El director general de Empleo de la Generalitat Valenciana, Román Ceballos, resaltó ayer que la provincia de Alicante ha experimentado durante 2002 una reducción de la siniestralidad de un 5,40 por ciento, lo que equivale a 1.878 accidentes menos en relación con los producidos en 2001.
No obstante, Ceballos indicó que ha habido ocho accidentes mortales más en 2002 que en el año anterior. Así, Román Ceballos, quien acudió hoy a Alicante para presentar la guía de prevención laboral sobre el uso de adhesivos para el calzado, comentó que durante el pasado año se registraron en la provincia de Alicante un total de 32.923 accidentes laborales, de los cuales 32.515 fueron leves, 380 graves y 28 mortales.
El director general indicó que a pesar de que la población ocupada en 2002 ha aumentado en 25.000 personas, y con ello el número de personas expuesta a padecer un accidente laboral, los siniestros laborales continúan reduciéndose, “lo que viene a acreditar que las líneas que se están desarrollando en materia de prevención están aportando resultado”.
Asimismo, señaló que la labor de inspección desarrolló 10.195 actuaciones, que se tradujeron en 1.038 actas de infracción, lo que representa un incremento de un 20 por ciento con respecto al año anterior.
Estas actas de infracción levantadas, se plantearon propuestas de sanción por un importe total de 4.490.000 euros, lo que supone también un aumento del 30 por ciento de la actividad inspectora con respecto a 2001.
No obstante, Ceballos incidió en que la labor de la Generalitat para la prevención de la siniestralidad laboral “no sólo descansa en las líneas de vigilancia y control del cumplimiento de la normativa, sino que se apoya mucho dentro de las labores de promoción y prevención de la cultura preventiva”.
Dentro de este aspecto, se enmarca la edición de unas 18.000 guías de prevención sobre los riesgos que puede comportar el uso de adhesivos dentro del sector del calzado, aunque la siniestralidad en este sector, según Ceballos, ha experimentado una línea descendente más marcada que la del conjunto de la actividad en la provincia alicantina, con un descenso de la siniestralidad de un 12,51 por ciento.
En este sentido, apuntó que, ante la baja siniestralidad que registra, “a priori puede pensarse que el sector del calzado no requeriría una labor tan intensa”. Sin embargo, recordó los riesgos que implica el mal uso de los adhesivos, así como los casos de la polineuritis tóxica, más conocida como “parálisis del calzado”.
De esta forma, recordó que desde 1998 han sido detectados un total de 13 casos de esta parálisis, derivada de la emanación de los disolventes que se evaporan de los adhesivos y que contienen n-Hexano.
Del total de los casos, 11 se produjeron en 1998, y tras la campaña de actuaciones coordinadas entre patronal, sindicatos y administración, sólo se produjeron dos casos más en 2000. En esta línea, consideró que esa actuación coordinada conlleva resultados positivos y apostó por su continuidad, por lo que valoró la iniciativa conjunta de reparto de las guías entre los trabajadores del sector.
Estas guías recogen información sobre los riesgos de los disolventes en los adhesivos y de la enfermedad de la parálisis del calzado, así como las principales pautas para el correcto uso de los adhesivos. En las guías se aconseja sobre la manipulación de estos productos en talleres, fábricas y domicilios.
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