Los vehículos todo-terreno no son suficientemente seguros y los conductores deberían pensárselo dos veces antes de comprarse uno, comentó Jeffrey Runge, presidente de la agencia americana de seguridad en la carretera (NHTSA), al periódico estadounidense Wall Street Journal.
El centro de gravedad de los vehículos 4×4 está más elevado y esto aumenta el riesgo de vuelco en el caso de maniobras bruscas, con lo que los conductores de estos coches están más expuestos a sufrir un accidente mortal, según explicó Runge.
Los todo-terreno respresentan un 18% del mercado automovilístico estadounidense y, curiosamente, sus usuarios a menudo incluyen la seguridad entre los motivos de la compra. El presidente de la NHTSA ya advirtió que si los constructores no mejoran las condiciones de seguridad, el Gobierno se plantería la posibilidad de imponer ciertos cambios.
Runge indicó, además, que los aspectos prioritarios sobre los que se debe trabajar son la prevención de los vuelcos y las consecuencias de las colisiones con vehículos más pequeños cuyos ocupantes suelen sufrir daños muy graves.
El vuelco supuso el 3% de los casos de accidente en las carreteras de Estados Unidos en 2001 y en un tercio de ellos ocasionó la muerte de los ocupantes. La mortalidad en este tipo de siniestros aumentó un 22% en 2001, y los 4×4 representan el mayor porcentaje en esta progresión, según señala el Wall Street Journal.
Las críticas contra los todo-terrenos son cada vez más numerosas y los ecologistas también han tomado parte al denunciar el alto consumo de combustible de estos vehículos.
Actualmente, una campaña publicitaria en los Estados Unidos ha levantado una fuerte polémica al dar a entender que los propietarios de 4×4 financian indirectamente el terrorismo al llenar sus depósitos.
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