Será otro “gesto”, como el colectivo denomina a estas manifestaciones, para criticar las condiciones de trabajo indignas e injustas que sufren muchos empleados y que son causa de accidentes laborales.
En esta empresa llevan embarcados desde 1994, impulsados por un compromiso por “transformar las situaciones de desigualdad, mejorar las relaciones en el trabajo y, sobre todo, por favorecer que la dignidad de la persona prevalezca sobre todo lo demás”.
Así, cada vez que se produce un siniestro laboral con resultado de muerte en La Rioja, ellos dan la cara en pleno corazón de Logroño para recordar a la sociedad riojana ciertas condiciones que les constriñen en el empleo, que dificultan su vida familiar y hacen tambalear su equilibrio emocional.
El militante José Antonio Aritio las enumera: “La movilidad, la eventualidad, la precariedad, el trabajo sumergido,…”, y así un largo etcétera que empaña que “el derecho a la vida constituye el primer derecho de los trabajadores”.
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