Las afecciones musculoesqueléticas fueron las que motivaron más bajas el pasado año en la Comunidad Los casos, todos de carácter leve, se redujeron el 6,5%.
Varón, más de 30 años de edad, empleado de alguna empresa del sector industrial, con una afección muscular leve por problemas de sobresfuerzo… Con esos trazos se dibuja el perfil genérico del trabajador que el año pasado firmó un parte de baja en la Comunidad Autónoma. Aunque el balance en salud laboral (cuyo día mundial se celebró ayer) reserva los grandes titulares para los accidentes y las muertes tanto en el tajo como in itinere, buena parte del estado de bienestar de los trabajadores riojanos se mide por el número y las características de las enfermedades profesionales.
Atendiendo a los datos del 2003 se descubre que la industria fue el ramo donde más proliferaron este tipo de patologías. De hecho, más de seis de cada diez de los 321 casos registrados se detectaron en este campo. Construcción y servicios aglutinaron una porción similar de las afecciones, mientras que agricultura registró tan solo cinco partes. Por sexos, los hombres fueron los más proclives (65,5%) a padecer alguna de las afecciones que describe la estadística del pasado año.
Por grupos de enfermedad destaca la notabilísima abundancia de entesopatías. Es decir: problemas musculoesqueléticos derivados de sobresfuerzos que comprenden desde lumbalgias hasta tendinitis, distorsiones, etc. ¿Por cuánto tiempo se prologaron esas bajas laborales? No es fácil de saber hasta que las mutuas, encargadas de gestionar los partes por accidente y enfermedad profesional, facilitan los datos. Dado que las variaciones anuales apenas son perceptibles, la cifra más fresca se refiere al 2002. Entonces, el 56% de las bajas fueron inferiores a quince días, el 24,7 superó las dos semanas y, por ejemplo, casi cinco de cada cien giró de los 63 a los 124 días.
Aunque cualquier cifra que sobrepase el cero en este ámbito no es positiva, Concepción Arruga, directora general de Empleo y Relaciones Laborales, extrae los matices más optimistas. «La gravedad y el número de afecciones se va reduciendo y la prevención en muchos casos es tan sencilla como colocarse una mascarilla o unos guantes», afirma.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
