El Gobierno de La Rioja presentó ayer el borrador del decreto que regulará las instalaciones de radiocomunicaciones en territorio riojano. Con esta normativa, la Administración regional persigue un desarrollo ordenado de las telecomunicaciones, la protección del medio ambiente y la salud de los ciudadanos. El decreto establece una esfera de protección o área de restricción al tránsito de personas alrededor de las antenas, cuyo tamaño dependerá de la potencia de cada instalación.
Lo que el ojo no ve. Así, más o menos, es cómo se podría definir la esfera de protección que deberán tener a corto plazo todas las antenas de radiocomunicaciones izadas en territorio riojano. Una especie de escudo de protección aéreo que delimitará un área de restricción al tránsito, para evitar que las personas que puedan circular alrededor de una antena se vean expuestas a las ondas que emita el emisor.
La esfera de protección es uno de los mecanismos previstos en el borrador de decreto elaborado por el Gobierno regional para ordenar y regular las instalaciones de radiocomunicaciones en La Rioja. El documento, presentado ayer por el consejero de Administraciones Públicas, Alberto Bretón, ya ha sido trasladado a las asociaciones de consumidores, las organizaciones de radioaficionados, los colectivos ecologistas, los operadores de telefonía móvil, la Federación Riojana de Municipios, la Federación de Empresarios y el Ministerio de Ciencia y Tecnología.
Todos estos colectivos y organismos tienen un plazo de 15 días para presentar sus alegaciones. Después se abrirá una fase para la elaboración de los informes preceptivos y el texto se someterá al análisis del Consejo Consultivo. Una vez que se salven estos trámites, el Gobierno riojano aprobará el decreto.
El borrador respeta los niveles de emisión establecidos por la normativa estatal, pero además incorpora una esfera de protección con el fin de dar mayor garantía de preservación al espacio vital de las personas. El tamaño de este área de restricción dependerá de la potencia que tengan las instalaciones. Así, por ejemplo, una antena de radio que emita con una potencia de 5 kilowatios deberá tener una esfera de protección de 20 metros.
Esta zona se medirá desde el punto en que emita su señal el emisor y en todas las direcciones, tanto a lo ancho como a lo alto. Es decir, las antenas no podrán tener enfrente un edificio más alto o deberán ganar altura en la torre sobre la cual descansan si no cumplen la distancia de protección mínima establecida. Esta norma de seguridad, que ya ha sido implantada en la Comunidad de Baleares, será obligatoria no sólo para las antenas de nueva instalación sino para las ya existentes, que deberán adaptarse a estas condiciones.
Actividades molestas
Bretón explicó que el borrador presentado ayer sujeta las instalaciones de radiocomunicación al reglamento de actividades molestas, insalubres, nocivas y peligrosas, por lo que además de obtener la licencia urbanística deberán conseguir también la licencia de actividad.
Asimismo, el visto bueno a ambos permisos estará condicionado a la emisión de un informe favorable de la Secretaría General Técnica de la Consejería de Desarrollo Autonómico.
Por otro lado, el borrador del decreto establece que los operadores estarán obligados a compartir las infraestructuras en suelo no urbanizable siempre que sea técnicamente posible y les compromete a desmantelar sus instalaciones en el momento en que éstas pierdan su utilidad.
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