La violencia de género afecta a los diferentes niveles de la vida social, incluido el ámbito laboral. Las víctimas de violencia de género pueden llegar a presentar en su entorno de trabajo, una disminución de sus capacidades de relación y resolución de problemas, considerándose como “personas especialmente sensibles” hacia las demandas de tareas propias de su puesto de trabajo.
Consciente de esta realidad y dentro de su compromiso con las políticas de igualdad, que le llevan a ir más allá de establecido en la normativa, el Grupo de Empresas de la ONCE y su Fundación ha elaborado un procedimiento de actuación específico, que recoge la atención a las trabajadoras víctimas de violencia de género en su entorno personal y que recibirán una atención e información en el entorno laboral. Ante esta iniciativa pionera, Prevención FREMAP decidió su inclusión dentro de los servicios de prevención, como un protocolo específico encuadrado en la vigilancia de la salud.
Este protocolo contempla tanto la actuación en el caso de recibir una persona remitida por la empresa como potencial víctima de violencia de género, como los casos en los que es el profesional de Prevención FREMAP, durante la revisión médica laboral, quien identifica a una trabajadora como posible víctima de violencia de género.
En cualquiera de las dos situaciones, será un médico del trabajo a través de una nueva valoración, quien determine según los criterios establecidos, la aptitud de la trabajadora así como recomendaciones y posteriores revisiones, si fuera necesario.
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