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El personal sanitario de diferentes centros de salud de Melilla se concentró ayer ante la Delegación del Gobierno para exigir más medidas de seguridad en su trabajo. Esta protesta se debió a la última agresión sufrida por una facultativa en el centro de salud de Cabrerizas la pasada semana. Los sindicatos denuncian que los insultos son continuos.

En total, una treintena de profesionales de la Atención Primaria de Melilla se acercaron a la Delegación del Gobierno para entregar una petición para que agentes de seguridad permanezca en los centros de salud durante todo su horario, ya que, en estos momentos, sólo inician su turno a partir de las 13,00 horas, según informó Francisco Navarro, responsable del área de Salud de Comisiones Obreras (CC. OO.).

En este sentido, Navarro achacó gran parte de la responsabilidad de la última agresión a los responsables de Atención Primaria «que decidieron reducir el horario de los vigilantes de seguridad sólo por el ahorro, sin tener en cuenta la seguridad de los profesionales».

El responsable del área de Sanidad de CC.OO. reconoció que sólo un 10 por ciento de los pacientes que acuden a la consulta o a pedir cita a los servicios de la Seguridad Social presentan algún tipo de problema, pero que, puesto que la mera presencia de los vigilantes de seguridad merma sus intenciones, sería conveniente que esta vigilancia permaneciera «como se hizo después de las primeras agresiones, desde las 8,00 horas».

La concentración celebrada ayer puede ser el inicio de una serie de movilizaciones, en el caso de que la Delegación del Gobierno no atienda las peticiones de mayor seguridad en los próximos días.

En este sentido, Navarro explicó que, otra de las medidas que tienen intención tomar, es la realización de diarios en los que los profesionales de Atención Primaria recogerán las diferentes agresiones que reciben al cabo de su jornada laboral.

«Debemos tener en cuenta que estos trabajadores no sólo son víctimas de maltratos físicos, sino que también padecen continuas vejaciones verbales que no tienen por qué soportar en tanto realizan su trabajo correctamente», aclaró el sindicalista.

Los hechos que han provocado esta reacción de los trabajadores de los centros de salud, especialmente de Cabrerizas y General Polavieja, se desarrollaron la pasada semana, cuando una médico del centro de salud de Cabrerizas recibió un puñetazo en la cara por parte de un paciente, sometido a un tratamiento con metadona, que no se conformó con la negativa de la facultativa de recetarle un medicamento, si bien no es el primer caso de este tipo que es denunciado por el personal sanitario.

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Diario Sur

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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