Los partes de declaración de enfermedad profesional se han duplicado en los últimos años, según se indica en el Diagnóstico de Salud Laboral en Navarra 1997-1999. La incidencia de partes ha pasado de 3,96 casos por cada mil trabajadores en 1996 a 8,39 en 1999. Las enfermedades osteomusculares y de la piel copan la mayoría de los casos. Por contra, el estudio reconoce una subdeclaración en otros problemas. Así, no se ha reconocido ningún caso de cáncer profesional cuando, según las estimaciones oficiales, en Navarra se deberían declarar entre 100 y 250 anuales.
El trabajo denuncia que, de manera general, las empresas no investigan las causas que dan lugar a los casos de enfermedad profesional y, por tanto, no desarrollan ninguna actividad preventiva para evitarlas. Esta dejación podría explicar, añade, que un 22% de los casos declarados corresponde a recaídas por enfermedad profesional.
“Navarra ha conseguido aflorar gran cantidad de problemas. Sin embargo, sigue habiendo patología sumergida”, apuntó Mariano Gallo, director del Instituto de Salud Laboral, durante la presentación del estudio que recoge los datos relacionados con la salud y el trabajo entre 1997 y 1999.
La enfermedad profesional es aquella que se contrae debido al trabajo. En 1995 se declararon 610 casos, en 1997 fueron 814 y en 1999 un total de 1.528.
Casi el 85% de los partes corresponde a problemas osteomusculares (sobre todo afecciones de los tendones) mientras que un 10% son enfermedades cutáneas o problemas de piel. La hipoacusia (sordera) es otra de las patologías que más casos registra.
Por sectores, el industrial presenta una mayor incidencia de declaraciones que el resto.
Riesgos
El estudio destaca que las declaraciones de enfermedades profesionales en Navarra son cinco veces superiores a las que se registran en el resto del país. Sin embargo, pone de manifiesto la baja notificación tanto de enfermedades frecuentes y de fácil detección (la hipoacusia, la dermatosis, el asma, etc.) como de otras de mayor gravedad (el cáncer).
El estudio indica que la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer estima que entre un 4% y un 10% de los tumores se originan por exposición laboral. Por tanto, en Navarra deberían declararse entre 100 y 250 casos al año de cáncer profesional, añade. La realidad es que no se ha reconocido ningún caso de cáncer laboral.
Por otra parte, se estima que la población expuesta a cancerígenos en su puesto de trabajo rondaría en Navarra las 20.000 personas. No obstante, sólo se dispone de información sobre los trabajadores en contacto con radiaciones ionizantes (sobre todo sanitarios) y con amianto, lo que supone 3.114 personas.
La conclusión es que falta información sobre la exposición a los riesgos laborales. Los servicios de prevención subrayan que las mayores exposiciones a situaciones de riesgo se relacionan con aspectos psicosociales y ergonómicos (la postura en el trabajo), suponen el 52%, seguidos por factores de riesgo higiénico de tipo físico (22%), químico (20%) y biológico (7%).
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