Trabajar como auxiliar de enfermería en una residencia de personas mayores constituye una actividad «con un riesgo grave y objetivo», al menos cuando el espirante a ese puesto de trabajo es una mujer y está embarazada de 16 semanas; y encima, de gemelos. Así al menos lo considera el Instituto de Servicios Sociales (Issorm) de Murcia que ha rechazado con tal argumento que M.S.L., quien se encontraba en la bolsa de trabajo de ese organismo público, pueda ser contratada como interina. El Issorm se ha apoyado para su resolución en un informe de la Unidad de Riesgos Laborales de la Comunidad Autónoma.
La afectada, que presentó un recurso en el que aportaba los informes de tres médicos señalando que «es apta para cualquier tipo de trabajo», reclamaba la nulidad de la resolución por considerarla «constitutiva de discriminación laboral, basada en mi condición de embarazada». Pero el Issorm acabó rechazando la petición de M.S.L. con el citado argumento de «riesgo grave para la salud y la vida de sus fetos».
Posibles perjuicios
La auxiliar de enfermería afirma tener razones más que fundadas para afirmar que ha sufrido «discriminación». Así, señala que cuando mantuvo la primera entrevista en la sede de Servicios Sociales, ya intuyó que la iban a rechazar para el puesto de trabajo. Y presentó un escrito en el departamento alertando de sus sospechas. «Acudí al servicio de Personal –señala en el citado escrito– para entregar la documentación precisa para realizar la contratación. En ese momento se me indicó que, dado que estaba embarazada, debían estudiar mi caso para ver si se me contrataba, ya que podía ocurrir que luego iniciara un proceso de incapacitación temporal o prestación de riesgo durate el embarazo, con los consiguientes perjuicios para el Issorm».
Pese a que la mujer aportó además varios informes médicos en los que se afirmaba que podía desempeñar cualquier trabajo, fue rechazada para el puesto. La resolución oficial hace constar que haberla contratado como auxiliar de enfermería en la Residencia de Personas Mayores de Espinardo habría puesto «en riesgo grave y objetivo (…) la salud de la interesada, su proceso de gestación y consecuentemente para la salud y vida de sus fetos».
La secretaria sectorial de Acción Social, Menor y Familia, Mercedes Navarro, que firma la resolución, ha señalado al respecto que «en Servicios Sociales nos limitamos a seguir las indicaciones de la Unidad de Riesgos Laborales», que consideraba que el trabajo que debía desempeñar podía suponerle algún problema.
Además señaló que M.S.L. había presentado un informe ginecológico previo, donde se indicaba que podía trabajar como auxiliar de enfermería, pero «sin hacer grandes esfuerzos».
Navarro explica que se ha tenido en cuenta toda la información existente, ya que «trabajar con persona mayores obliga a veces a hacer esfuerzos, porque hay que levantarlos y moverlos de la cama cuando están impedidos».
«A mí me supo mal –añade–, porque llevamos tiempo impulsando políticas activas para tratar de apoyar a las mujeres embarazadas y de fomentar la natalidad».
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