Este libro sobre salud laboral, que recoge un estudio realizado entre las mujeres que trabajan en el sector del transporte y la comunicación por medio de encuestas y entrevistas, aunque puede extrapolarse al resto de ámbitos laborales, permite conocer “el estado de salud de las mujeres trabajadoras”.
Martínez comentó que dentro de los sectores analizados existen categorías “tradicionalmente femenizadas”, como las telefonistas o trabajadoras en correos, y otros en los que la mujer se ha incorporado recientemente, como la electricidad y la mecánica.
Asimismo, señaló que las mujeres “no enferman más que los hombres, sino que lo hacen de forma diferente porque el mundo laboral no ha tenido en cuenta esta incorporación, ya que los parámetros por los que antes se analizaba la salud eran masculinos”.
“Hay que tener en cuenta que la mujer tiene unas características biológicas y constitucionales diferentes”, indicó.
Martínez señaló que, según el estudio, la tasa de empleo en los sectores de la comunicación y el transporte está entre el 25 y 30 por ciento y el 53 por ciento de estas tienen menos de 30 años.
Asimismo, señaló que tiene un alto porcentaje de contratos eventuales y permanecen menos tiempo en la empresa que los hombres, entre otros factores, porque “se incorporan más tarde al mundo laboral y por la maternidad”.
Indicó que estas trabajadoras cuentan con una buen capacitación profesional, pero su situación es más inestable y su trabajo es más ingrato y de carácter secundario, lo que les produce altos niveles de ansiedad.
También explicó que el dieciséis por ciento trabaja con herramientas de carácter manual, cuyas características ergonómicas no están adaptadas a la fisonomía de la mujer, lo que produce un elevado número de lesiones.
En este sentido, señaló que las mujeres suelen padecer dolencias físicas en el 65 por ciento en el cuello, en el 48 por ciento de los casos en la espalda y en el 73 por ciento en la zona lumbar, debido, entre otros factores, a la existencia de mobiliario y herramientas inadecuadas, al estrés y a la presión psicológica.
El 75 por ciento tiene una jornada partida o a turnos, lo que supone que su vida personal depende de su trabajo y agregó que una de cada cinco mujeres tiene una jornada laboral superior a cuarenta horas.
La secretaria de la mujer de COO-PV, Ofelia Vila, indicó que la doble jornada laboral hace que las mujeres tengan trabajos precarios y temporales y contratos a tiempo parcial.
La responsable de salud laboral de CCOO-PV, Amparo Martínez, señaló que el acoso moral, que según la Unión Europea se da en las mujeres en el 70 por ciento de los casos, no es un problema individual, sino que afecta a la organización del trabajo, y abogó porque se valoren junto a la prevención de riesgos laborales “no sólo la seguridad, sino los factores psicosociales”.
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