El Cuestionario Individual sobre PSicoterror, Ninguneo Estigmatización y Rechazo en Organizaciones Sociales (Cisneros) sobre violencia en el entorno de trabajo, desarrollado bajo la dirección del profesor Iñaki Piñuel y Zabala de la Universidad de Alcalá de Henares, también conocido como barómetro Cisneros, revela en torno al fenómeno descrito como mobbing o acoso psicológico en el trabajo que uno de cada tres trabajadores en activo manifiesta haber sido víctima de maltratos psicológicos (maltrato verbal o modal) a lo largo de su experiencia laboral.
Otro dato del barómetro Cisneros: más del 16% de la población activa (2,38 millones de trabajadores) manifiesta haber sido objeto de mobbing en su trabajo durante los últimos 6 meses con una frecuencia semanal y un 70% de los afectados dice padecerlo desde hace menos de dos años.
Aun así, una gran mayoría (el 81%) no es demasiado consciente de sufrir mobbing o lo percibe muy difusamente, pese a que un 45% de los trabajadores encuestados ha presenciado en su entorno laboral comportamientos de mobbing. Dos tercios de estos comportamientos presenciados son realizados por jefes a subordinados.
Acciones y secuelas
El listado de las prácticas de acoso psicológico que recoge el informe Cisneros es muy amplio. Abarca desde el encargo de tareas sin valor o por debajo de la capacidad de las víctimas a las amenazas de sanciones disciplinarias, pasando por el control malintencionado del trabajo, las críticas, la humillación, la modificación de funciones, ejercer una presión indebida, menospreciar o menoscabar personal o profesionalmente a la persona, y un largo etcétera.
Por otro lado, el barómetro Cisneros concluye que, además de los perjuicios psicológicos y laborales, más de la mitad de las víctimas (el 52%) refiere secuelas del hostigamiento sobre su salud.
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