Un minero mexicano murió y otro más logró salvar la vida tras permanecer ocho días atrapado en una mina de Múzquiz, en la región carbonífera de Coahuila, en el norte de México, informó el diputado mexicano Miguel Ernesto Pompa Corella.
En un comunicado, el legislador pidió a la Secretaría de Trabajo mexicana “revisar el cumplimiento de las medidas de seguridad minera en la región carbonífera” del norte de México, donde se localiza la mina La Florida, en la que ocurrieron los hechos.
Los trabajadores quedaron atrapados en la mina el pasado 30 de julio, cuando trataban de detener una inundación producida por las lluvias.
“La muerte de trabajador minero enluta una familia más en la zona productora de carbón en Coahuila y saca a la luz la negligencia de las autoridades laborales en el país para proteger trabajadores”, sostuvo Pompa en el boletín.
Lamentó que “no hay garantía para los trabajadores, tienen que pagar incluso con sus propias vidas sus fuentes de trabajo”.
En la nota el legislador recuerda también que cinco días antes del accidente en Múzquiz llamó al Secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, al cumplimiento de sus atribuciones en materia de seguridad e higiene en las instalaciones mineras en el país.
La mina estuvo cerrada hasta hace un mes, pero volvió a abrirse para trabajar en el bombeo de agua, ya que, como otros pozos de Coahuila, se inundó tras las lluvias que acompañaron al huracán “Álex” el mes pasado.
La muerte ensombrece aún más el panorama del sector minero en Coahuila, un estado que vivió su peor tragedia minera reciente el 19 de febrero de 2006, cuando en Pasta de Conchos murieron 65 mineros tras un derrumbe causado por una explosión.
De ellos, 63 quedaron sepultados bajo toneladas de escombros pese a la petición de sus familiares y del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y Metalúrgicos (SNTMM) de que fueran rescatados.
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