Al igual que sucediera en la ficción en la película Full Monty, los bomberos de Melilla se desnudaron ayer como protesta por las precarias condiciones laborales que llevan sufriendo desde hace varios años y el abandono que, según afirmaron, sufre este servicio de emergencias por parte de sus responsables políticos. La insuficiencia de personal para llevar a cabo los servicios mínimos y el mal estado de los medios técnicos centraron sus reivindicaciones.
La mayoría de los bomberos que forman parte del Servicio de Extinción de Incendios de la ciudad protagonizaron una peculiar protesta por la precariedad laboral que sufren y el abandono al que, según afirmaron, está siendo sometido este cuerpo de emergencia desde hace dos años. Todos ellos se concentraron semidesnudos durante cinco minutos a las puertas del Parque de Bomberos, tapados únicamente por la ropa interior, las botas y sus cascos de trabajo, que impedían ver la identidad de los funcionarios.
Además, también colocaron varias pancartas en la fachada del Parque, ubicado en la calle General Pintos, donde la protesta causó cierta expectación entre las ciudadanas que en ese momento pasaban por el lugar. Asimismo, un muñeco vestido con el uniforme permaneció colgado de una ventana del inmueble como símbolo de la situación que atraviesan los 60 funcionarios que componen el Cuerpo de Bomberos.
Según explicó el representante del Sindicato Profesional de Bomberos (SPB), Jorge Pérez, la plantilla actual es insuficiente para cubrir los servicios mínimos que necesita la ciudad durante todo el año, de ahí que “tengamos que echar horas extraordinarias, con el elevado coste que esto supone” al Gobierno local.
Esta circunstancia, que en palabras del sindicalista se viene repitiendo desde hace varios años, también se da en el apartado de los medios técnicos con los que deben trabajar, y que tal y como afirmó, no garantizan la integridad física de los bomberos que hacen uso de ellos.
De hecho, Pérez recordó que un funcionario permanece de baja desde hace tres meses tras despeñarse por los muros del Río de Oro durante un simulacro, ya que una de las poleas cedió al encontrarse en malas condiciones.
Además, estos medios son también insuficientes según denunció el representante de SPB, ya que el Cuerpo de Bomberos dispone de una sola bomba nodriza que “está ya muy machacada porque tiene casi 30 años y sale en todas las intervenciones”. Tanto es así, que incluso afirmó que se ha quedado averiada en más de un servicio.
En este sentido, Pérez criticó la tardanza con la que actúa la Consejería de Seguridad Ciudadana para equipar al Parque de Bomberos de más vehículos, y afirmó que, aunque el responsable del área, Ramón Antón, haya anunciado una nueva bomba nodriza para el próximo mes, “tenemos constancia de que no llegará hasta marzo, por el momento”.
Los bomberos locales tampoco disponen de cámaras de visión térmica, necesarias para comprobar la virulencia de un incendio, y denunciaron numerosas deficiencias en las instalaciones del Parque. Algunas de ellas incluso han sido advertidas por la Inspección de Trabajo y el Gabinete de Prevención de Riesgos Laborales de la Ciudad Autónoma, si bien los responsables políticos “han hecho caso omiso”.
Por último, otra de las reivindicaciones de los bomberos es la utilización exclusiva de las dependencias del Parque para este servicio de emergencia, ya que Pérez reprochó que más de la mitad del inmueble esté ocupado por servicios ajenos y por futuros proyectos, como la Sala 112 o la Escuela de Seguridad.
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