Los médicos, cuando enferman, no recurren al sistema sanitario como el resto de la población. Sin embargo, como todo el mundo, ellos también se ven afectados por toda clase de enfermedades, que deben ser diagnosticadas y tratadas.
Éste es el caso de los trastornos mentales y adictivos, tal y como se ha puesto de manifiesto durante la primera jornada del Congreso de la Sociedad Española de Médicos Rurales y Generalistas (SEMERGEN), que se celebra estos días en Santander (Cantabria).
“Estas enfermedades aún son socialmente estigmatizantes y los profesionales que las padecen tienen miedo de ser identificados y de perder el prestigio profesional delante de sus pacientes, el respeto de sus colegas e, incluso, el trabajo”, ha asegurado el doctor José Antonio Otero, médico de familia del Centro de Salud Gamazo de Valladolid y coordinador de la mesa formativa sobre La salud de los médicos, que tiene lugar en el transcurso de este foro.
“Es la primera vez que este tema se aborda en un congreso de médicos de Atención Primaria, y casi con toda seguridad de otras especialidades. La alta cifra de médicos afectados por el síndrome de burnout [quemados, en español] nos obliga a profundizar en el conocimiento de las enfermedades que afectan a los médicos y que tienen trascendencia en su salud y pueden tenerla en la de sus pacientes, asumiendo todos los riesgos que hablar de ello pueda ocasionar”, explica el Dr. Otero.
Consultas de pasillo
Generalmente los médicos minusvaloran los síntomas de sus enfermedades y tienden a emplear procedimientos distintos a los que ellos mismos aconsejan a los pacientes. Los más habituales son las denominadas consultas de pasillo, que se suceden siempre de manera informal. Otras veces, sobre todo en enfermedades de naturaleza psicológica o adicciones, el comportamiento de los facultativos afectados suele ser de ocultación, por lo que consideran que puede significar un descrédito ante sus pacientes y sus compañeros.
Según SEMERGEN, cerca de un 20% de los médicos de Atención Primaria manifiestan un síndrome de burnout, como consecuencia sobre todo del estrés laboral y la falta de motivación. En estos casos, la insatisfacción se acompaña de angustia y desinterés por la práctica de la profesión. Por otro lado, se estima que un 10% de los médicos presentan algún tipo de conducta adictiva o algún grado de trastorno psicológico.
Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.
