El fiscal solicita provisionalmente una pena de dos años de prisión o, alternativamente, de un año y medio para el supervisor de unas obras en una fábrica de mármoles de Monforte del Cid en las que murió un peón al ceder bajo su peso un tragaluz y caerse desde una altura de unos nueve metros. Los hechos, según recoge en su escrito de conclusiones provisionales el fiscal de Siniestralidad Laboral de Alicante, se produjeron el 8 de mayo de 2001.
Unos dos meses antes, la mercantil «Mármoles González y Mestre, S.L.» había contratado con «Maquinaria Ceres S.A.», cuyo administrador único era el acusado, E.E.L.F., una instalación en una nave de su propiedad ubicada en Monforte del Cid. El montaje causó goteras en la zona del tejado de la factoría, por lo que la empresa marmolera encargó la reparación, así como otro trabajo complementario, a la entidad instaladora.
Así, el 4 de mayo de 2001, E.E.L.F. inspeccionó el lugar donde debían acometerse los trabajos, «pero no dio las instrucciones precisas» para que se adoptasen «las medidas de seguridad», según sostiene la acusación pública.
El 8 de mayo de 2001, una vez acabado su trabajo, T.M.R. empezó a recoger los materiales que habían quedado dispersos sobre el techo y, para ello, «dada su inexperiencia, pues había trabajado unos cinco días», pasó por encima de la hilera de piezas de plástico que, al no soportar su peso, se rompieron. Tras abrirse un hueco de un metro en el tragaluz, el peón se precipitó al vacío desde una altura de unos nueve metros y falleció prácticamente en el acto.
El fiscal solicita además que el procesado indemnice a los padres del fallecido con 180.300 euros.
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