El camionero rumano que mató ayer a cinco guardias civiles al arrollarles en un control de carretera en la A1 cuando se quedó dormido no tenía permiso para conducir este vehículo en España, según ha denunciado la Asociación Independiente de la Guardia Civil (Asigc).
Además del hecho de que el conductor tuviera sólo permiso para conducir rumano, pero sin convalidar en España, la Asociación Independiente de la Guardia Civil (Asigc) afirmó anoche en un comunicado que el camión que atropelló a los guardias civiles que efectuaban un control en la A-1 (Madrid-Burgos), a la altura de Buitrago de Lozoya, no tiene tarjeta de transporte, “por lo que podríamos estar ante una forma ilegal de transporte”.
El conductor del camión, de nacionalidad rumana, y que ha resultado herido leve, podría haberse quedado dormido al volante. Fue entonces cuando el camión, que transportaba barras de acero, se saltó el control, situado en el sentido hacia Madrid, y arrolló a los guardias civiles.
El accidente se produjo a las 3.08 de la madrugada, cuando los agentes, todos ellos pertenecientes a la comandancia de Colmenar Viejo, procedían ya a retirar el control de la autovía.
La capilla ardiente de los agentes fue instalada en la localidad madrileña de Colmenar Viejo. Hasta allí se han desplazado numerosas personalidades como la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro del Interior, José Antonio Alonso, y el director general de la Guardia Civil, Carlos Gómez Arruche, entre otros. Asimismo, han acudido numeroso compañeros de la Guardia Civil y otras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La Cruz Roja ha desplazado una unidad móvil con especialistas en atención psicológica para asistir a familiares y amigos.
Los fallecidos son Marcelino Talaco, de 55 años, destinado en Buitrago de Lozoya; Javier López, de 24 años, con destino en Rascafría; Juan Antonio Hermoso, de 32 años y con base también en Rascafría; Francisco Javier Cavia, de 33 años, destinado en Miraflores de la Sierra, y el alumno en prácticas Ricardo Villar, de 31 años, que trabajaba en Lozoyuela.
El funeral se ha celebrado en la basílica de la Asunción de Nuestra Señora, en Colmenar Viejo y a él ha acudido José Luis Rodríguez Zapatero. Poco antes, el presidente del Gobierno entregó a título póstumo la medalla al mérito civil a los cinco guardias civiles.
Varios miles de personas han acudido a los funerales para despedir entre aplausos a los agentes fallecidos.
Los dos heridos, ambos en estado grave, son el alférez José Luis Periáñez, con destino en la quinta compañía de Colmenar Viejo, que fue trasladado al Hospital de la Paz de Madrid, y el guardia civil Luis Ramos, con base en Lozoyuela, que ingresó en el hospital madrileño Ramón y Cajal, según los datos facilitados por la Dirección General de la Guardia Civil.
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