El 10% de las bajas del personal docente registradas en Andalucía durante el pasado año están ocasionadas por trastornos mentales, mayoritariamente depresiones. Además, otro 30% de estas bajas responden a patologías directamente relacionadas con el denominado síndrome de ‘Burnout’ o lo que se ha pasado a llamar el ‘profesor quemado’, como son los trastornos digestivos, lesiones musculares y esqueléticas. Los casos de violencia que han surgido en las aulas, especialmente en secundaria, desgastan al maestro que diariamente se enfrenta a problemas de convivencia y comprueba cómo su autoridad se esfuma.
El último informe sobre salud laboral elaborado desde CC. OO-A recuerda que tanto la Organización Internacional del Trabajo como la Unesco han alertado a los países europeos de los riesgos de la profesión docente y del resto del colectivo de la comunidad educativa. Según este estudio, que recoge datos del pasado año y primer trimestre del vigente, el primer lugar en las bajas del personal docente de toda Andalucía lo ocupan aquellas ocasionadas por enfermedades del aparato locomotor y los traumatismos, seguidas por enfermedades del aparato respiratorio y de las alteraciones mentales.
Las causas que generan tanto el primero como el tercero de estos epígrafes van de la mano del estrés y las nuevas situaciones que la Logse ha instalado en los centros docentes.
Además existen otros muchos problemas que no se hacen patentes en las bajas médicas, sostienen desde el sindicato, pero que sufre toda la comunidad educativa y que se ha pasado a denominar el ‘síndrome del profesor quemado’.
Un estado de estrés permanente que en la mayoría de las ocasiones acaba desembocando en profundas depresiones y que, mientras tanto, acompaña al profesor con repercusiones que no sólo se producen en su vida laboral, sino también en la vida familiar y personal de quienes lo sufren.
Insatisfacción
El grado de insatisfacción entre el profesorado ante las nuevas exigencias que marca el sistema educativo se detectan claramente en la lectura del informe ‘La Salud Laboral en la Enseñanza Pública’, coordinado desde la Federación de Enseñanza de CC. OO-A.
En total, el 48% de los profesores en colegios públicos andaluces piensan que actualmente tienen muchas más dificultades para realizar su tarea docente, mientras que un 60% constatan que la actual situación les obliga a multiplicar sus dosis de energía física y psíquica para ejercer su profesión.
Respecto al reconocimiento social de su labor, un 38% opinan que el grado de estimación es similar al de antes frente a un 56% que dicen percibir un peor reconocimiento de su labor en la sociedad.
En este sentido, el ambiente de las aulas es tan complicado, apunta el estudio, que el 14% de los profesores consideran a menudo la posibilidad de cambiar de trabajo y un 4% responde que actualmente ya buscan otro empleo no relacionado con la enseñanza.
Estas condiciones repercuten de manera directa sobre la calidad del sistema educativo. «Existe una relación directa entre la calidad de la enseñanza y la salud laboral de quienes desempeñan la función docente», sostienen desde el sindicato Comisiones Obreras de Andalucía.
Por este motivo exigen que se tomen medidas inmediatas para controlar aquellos factores que más están perjudicando la salud de los profesores y la calidad de su trabajo, tales como las ratios, el clima de convivencia en los centros o los recursos materiales. Juntos a estos apuntan circunstancias igualmente importantes como el horario lectivo, la estabilidad en el empleo y el reconocimiento social.
En este sentido, desde la Consejería de Educación aseguran que el Plan de Reconocimiento de la Función Docente y Apoyo al Profesorado, dotado con 1.200 millones y proyectado en el marco de la presente legislatura, marcará «un cambio de estilo» en los colegios andaluces que los profesores detectarán el próximo curso.
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