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Una sentencia del Juzgado de lo Social número 3 de Vitoria ha reconocido que el estrés sufrido por el trabajador Ramiro Antón Teso, de 43 años, y empleado de la factoría Helados Miko S.A. en Araia (Álava) ha sido consecuencia del «conflicto que mantiene con la empresa desde 1997» y que debe tener la consideración de «accidente de trabajo».

El magistrado Jesús González Marcos establece que las cinco semanas de baja que Ramiro Antón inició el 5 de abril del pasado año han sido provocadas por las «circunstancias sociolaborales que han rodeado al trabajador».

Enfrentado con el jefe

El juez basa esta resolución en una exploración de 60 minutos realizada en Vitoria por una psiquiatra en la que la especialista establece que el trabajador presentó «una reacción ansioso depresiva breve desencadenada por los problemas laborales que viene arrastrando en su empresa desde hace años». La sentencia recoge que el empleado «ha tenido diferentes altercados con la dirección de la empresa y que ha pasado momentos de tensión y estrés».

Ramiro Antón, miembro del comité de empresa de Miko en representación de Comisiones Obreras, declaró que desde los años 90 mantiene enfrentamientos con un directivo de la empresa que se ha ido enconando con los años. «Me ha estado persiguiendo y buscándome las cosquillas desde entonces. Él mismo o personas sobre las que tiene mando», afirmó.

Empleado como aprovisionador en la fábrica de helados, a Antón le ordenaron realizar en diversas ocasiones «tareas que no me correspondían. Cuando me negué me abrieron un expediente y me mandaron tres días a casa. También me han impedido asistir a reuniones del comité y han tratado de cambiarme de turno. He sido perseguido. Y todo eso ha repercutido en mi vida personal y familiar. Venía cabreado a casa y el conflicto acababa pagándolo la familia. Espero que después de esta sentencia las cosas cambien», declaró el trabajador a este periódico.

Para el magistrado, la «situación de ansiedad o agotamiento físico-psíquico» padecido por el trabajador sería un caso patente de born out, o síndrome del quemado, una de las variedades del llamado acoso moral. «La sentencia abre la puerta a que los daños psicosociales sean considerados accidentes de trabajo.

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La Verdad

Este contenido ha sido publicado en la sección Noticias de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

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