Un estudio de UGT-Jaén sobre la presencia de las drogas en el ámbito laboral concluye que el tajo se ha convertido en la causa directa o indirecta de que más de 27.000 ocupados de la provincia sean consumidores de alcohol, 215.000 de tabaco, 8.500 de cocaína y 28.000 de cannabis, adicciones que, en el peor de los casos, pueden acarrear graves consecuencias para el empleado, que puede ver menoscabado tanto su bienestar físico como su equilibrio emocional.
Por este motivo el sindicato ha elaborado una guía para delegados en la que se incluyen una serie de orientaciones sobre la forma de actuar cuando se tiene constancia de que algún compañero puede estar metido en el oscuro mundo de las drogodependencias.
Este problema está originado por múltiples circunstancias. Así es habitual que el asalariado se encuentre sometido a grandes presiones y se le obligue a rendir más de lo que puede. A este hecho habría que agregar otros igual de perniciosos como el acoso o mobbing o la falta de comunicación (intencionada o no). Por eso se pide a las empresas que tengan una actitud vigilante y que levanten si es precio el pie del acelerador.
De esta forma se eliminan factores que llevan al personal a adoptar actitudes evasivas y se emprenden acciones de información y capacitación de tipo terapéutico y asistencial. Los colectivos de mayor riesgo son los contratados que desarrollan sus tareas en jornada nocturna, los que soportan un exceso de horas extraordinarias y los que están sometidos a condiciones de precariedad. Todos ellos tienen grandes dificultades para conciliar la vida familiar con la laboral, un déficit que sufren especialmente los que deben pasar largas temporadas fuera de casa y deben realizar grandes desplazamientos y están mucho tiempo solos.
Otras circunstancias que favorecen las dependencias son la política que lleve el departamento de recursos humanos y la excesiva movilidad funcional. También hay otra serie de desencadenantes de carácter ambiental como la temperatura, el ruido o la contaminación.
Respecto al perfil de quien precisa estimulación adicional, lo más frecuente es que sean varones, con escasas o nulas perspectivas de futuro y que realizan una actividad profesional de menor cualificación.
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