El sindicato CSI-CSIF denunció hoy en la Inspección Provincial de Trabajo de Jaén la existencia de “una serie de deficiencias” detectadas en las instalaciones del sanatorio médico quirúrgico Cristo Rey de la capital que, en su opinión, “podrían estar vulnerando normativas relativas a la Prevención de Riesgos Laborales”.
En rueda de prensa, el presidente provincial del sector de Sanidad de CSI-CSIF, Juan de la Cruz, explicó que distintos auxiliares de clínica “manejan los aparatos de rayos” mientras que, en ocasiones, “se les indica a los celadores que efectúen los disparos de los equipos radiológicos durante las intervenciones quirúrgicas”.
Asimismo, el sindicato afirmó que “desconoce si las puertas de los quirófanos cumplen los requisitos de aislamiento radiológico” y lamentó que el número de mandiles protectores sea “insuficiente” para los tres quirófanos en los que se usan aparatos de rayos.
Igualmente, denunció “la falta de control sobre la exposición laboral a gases anestésicos, la ausencia de sistemas de eliminación de gases residuales y el desconocimiento de la capacidad e idoneidad de los sistemas de ventilación general”.
La central sindical advirtió de que “a la vista de todas las deficiencias detectadas, podríamos enfrentarnos a una situación de potencial riesgo para trabajadores y usuarios” de la citada clínica.
Además de estos hechos, CSI-CSIF denunció que el convenio colectivo vigente para los trabajadores del sanatorio data del 1 de enero de 1983 y que, en el último año, se han celebrado multitud de reuniones encaminadas a revisarlo “donde se han empleado todo tipo de tácticas dilatorias por parte de la empresa”. Así, criticó que en estos diez meses de negociación “se han producido situaciones de desaire y menosprecio” a los delegados sindicales.
La central sindical explicó que los trabajadores realizan jornadas “extenuantes” a cambio de salarios “ridículos”, mientras que “algunos directivos del sanatorio simultanean dos puestos de trabajo en la sanidad pública y en la privada”.
Asimismo, lamentó la “arbitrariedad” de la dirección del centro “a la hora de establecer criterios para las promociones internas y de asignar las retribuciones complementarias”.
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