Renfe mantiene el error del jefe de circulación de la estación de Chinchilla (Albacete) como causa del choque frontal de dos trenes el pasado día 3 en el que fallecieron un total de 19 personas, según el resultado de la investigación técnica que la compañía ferroviaria ha llegado a cabo tras el siniestro y cuyo resultado expuso hoy su presidente, Miguel Corsini, en el Congreso.
El operador ferroviario ha llegado a esta conclusión, que remitirá a la autoridad judicial, a partir de los elementos y testimonios con que contaba, principalmente los registros de las comunicaciones telefónicas entre jefes de estación y la declaración del de Chinchilla. La caja negra del tren Talgo no pudo ser rescatada y tampoco se cuenta con la declaración de su maquinista, última persona que habló con el jefe de ciculación de Chinchilla, dado que falleció en el accidente.
La investigación de Renfe sostiene la “evidencia” de que la señal de la estación de esta localidad estaba en verde, a pesar de que en ese momento llegaba un tren de mercancías. Según la compañía, el sistema funcionaba correctamente y la señal, dado el carácter manual del sistema, sólo se puede realizar desde el Gabinete de Circulación de la estación, al que sólo accede el jefe de circulación.
Declaración del jefe de estación
No obstante, el factor, en su declaración ante el juez, incluida en el informe de Renfe sobre el accidente, al que tuvo acceso Europa Press, asegura no recordar si puso en verde la señal.
Asimismo, mantiene que advirtió al maquinista del Talgo de que, tras entregarle los documentos de cambio de velocidad, cerraría la señal de salida porque llegaba un tren de mercancías y que “en ningún momento” dío señal de marcha al tren (orden fundamental para que un convoy parta de una estación), aunque portaba en su mano el banderín que utilizan para ello.
Durante su comparecencia en la Cámara Baja, el presidente de Renfe, se limitó a relatar el siniestro, detallar el sistema de seguridad y las características del tramo de red Chinchilla-Cartagena donde se produjo y reiterar la inversión que el Gobierno y la compañía ha llevado a cabo en el ferrocarril convencional en los últimos años.
Por contra, no avanzó la futura puesta en marcha de actuaciones, inversiones o medidas a pesar de las peticiones que en este sentido formularon los diputados socialistas y de IU. Según Corsini, la línea Madrid-Albacete-Murcia, fue renovada en gran parte de su trazado en 1998 y está “en perfectas condiciones para ser operativa”.
La única iniciativa que el presidente de Renfe reveló consiste en el aumento de la inspección en la estación de Chinchilla, además de en las de Cieza, Calasparra y Hellín, para garantizar la seguridad ante las alteraciones que la circulación de trenes puede sufrir por el inicio de las obras de instalación del nuevo sistema de control de tráficos centralizados (CTC) que sustituirá al bloqueo telefónico en el tramo en que se registró el accidente.
Corsini insistió en garantizar que, tanto la vía única como el bloqueo telefónico de trenes (basado en los contactos telefónicos entre los jefes de estaciones próximas), son sistemas seguros, cuya instalación se decide en función de la intensidad de tráfico que registra una línea y no por cuestiones de seguridad.
De igual forma, rechazó que los jefes de circulación de estaciones con sistemas de seguridad de bloqueo telefónico sufran de estress o cansancio, aunque apuntó a la posibilidad de que resulten afectados por la rutina de su trabajo. A pesar de ello, aseguró que, “como en todos los medios de transporte, en el ferroviario tampoco se darían accidentes si todos cumplen el reglamento de circulación”.
Cascada de petición de inversiones
Los grupo de la oposición, por su parte, tras criticar la rapidez con la que se señaló el error humano como causa del choque, coincidieron en solicitar medidas de inversión concretas en la mejora de esta línea y el conjunto de la red convencional.
Los portavoces socialistas, Jesús Perreira y Amparo Marzal, apuntaron la conveniencia de poner dos controladores de circulación en las estaciones y de un plan urgente para corregir el “abadono” en que, a su juicio, se encuentra la línea.
La portavoz de IU, Asunción Durán, tras denunciar que Fomento y Renfe trabajan “a golpe de accidente” ahondó en lo expuesto por el PSOE y pidió un plan de modernización de la red convencional, mientras que el diputado de CiU Salvador Sedó, cuestionó la efectividad del bloqueo telefónico una vez que los trenes abandonan las estaciones.
Por su parte, el portavoz popular, Fernando López Amor, tras tildar de “carroñeras” las críticas de la izquierda, recordó el “esfuerzo inversor” del Gobierno que, aseguró, ha convertido al ferrocarril en la “niña bonita” de las dotaciones de transporte.
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