Estos datos relativos a 2006 dejan entrever también el desconocimiento que la mayor parte de los trabajadores tienen en cuanto al funcionamiento de este organismo público y la poca información que manejan sobre los servicios que prestan a los empleados por cuenta ajena y a los propios empleadores de cara a un correcto cumplimiento de la legislación laboral. Así, de las 1.558 diligencias de los inspectores de Trabajo, sólo 172 fueron motivadas por la interposición de la correspondiente denuncia bien por parte de los trabajadores implicados, bien por parte de las organizaciones sindicales a los que estos habían acudido previamente en busca de asesoramiento, de ahí que la mayor parte de las instrucciones abiertas por este organismo (1.386) se investigan de motu propio por los funcionarios que conforman este estamento oficial.
No obstante, también hay que incluir en este apartado las campañas de vigilancia marcadas por el propio Ministerio, que suelen desarrollarse en periodos concretos o bien establecerse en fechas determinadas. Estas van encaminadas al control de las medidas de seguridad en el trabajo, el seguimiento de la contratación irregular, o la utilización y explotación laboral de extranjeros sin papeles, entre otros.
Por sectores, destaca por encima del resto la construcción con un total de 555 diligencias abiertas, estando relacionadas el 99 por ciento de las mismas con el cumplimiento de las medidas de seguridad en el trabajo, dada la alta siniestralidad que se da en este sector en todo el país. Le siguen por orden de importancia el comercio, con 240 investigaciones a lo largo de 2006, y la hostelería, con 165. La contratación de personas sin papeles, la no correspondencia del porcentaje de cotización con la jornada laboral o el desempeño de funciones distintas a las establecidas en el contrato, son algunos de los hechos que más se investigan en ambos sectores.
Lo que viene a demostrar todo lo anterior es que se da la lógica circunstancia que los sectores productivos con mayor implantación en la ciudad son los más vigilados desde la Administración General del Estado para comprobar el cumplimiento de los derechos de los trabajadores y el mantenimiento de la seguridad e higiene en el trabajo. A todas estas actuaciones de la Inspección de Trabajo hay que sumar las llevadas a cabo por producirse un accidente en el entorno laboral y que alcanzó el pasado año la cifra de 35. Por fortuna, ninguna de ellas vino determinada por el fallecimiento de un trabajador en su puesto, aunque sí por producirse algún accidente de gravedad o leve, que copan la mayoría de las investigaciones.
Tanto el número de actuaciones como el número de expedientes abiertos en 2006 ofrecen unos resultados ligeramente superiores a los establecidos en 2005. Aunque como indican fuentes de este organismo oficial, todo depende también del número de efectivos que se mantenga a lo largo de todo el año para desarrollar las actuaciones. En la actualidad, además de un jefe de inspección, la plantilla la conforman dos inspectores y cuatro subinspectores.
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